150 policías vigilan los pasos de Woods en Nueva Zelanda
Tiger Woods comienza mañana a jugar en Nueva Zelanda
el torneo de Paraparaumu Beach protegido por las mayores medidas de seguridad de su carrera. La amenaza surgida tras el envío de una carta con cianuro a la embajada de Estados Unidos en Welllington, en la que se señalaba la intención de efectuar algún tipo de atentado durante su visita, ha puesto a las autoridades nezoelandesas en alerta.
Hasta 150 policías se han destinado a la seguridad del caso, no sólo vigilando al jugador, sino todo lo que rodeará al torneo. Desde inspecciones de los túneles y accesos, hasta controles en los trenes que lleven aficionados al campo.
Ayer mismo se produjo una falsa alarma, antes de la llegada de Woods, cuando sonaron unos disparos. Incluso apareció un helicóptero y se pudo comprobar que sólo era un granjero cazando conejos.
Woods, que ha aceptado jugar y ha alabado las medidas de seguridad, creía finalizado el peligro que le llevó, junto a otros jugadores estadounidenses, a no viajar a la Ryder Cup a Europa tras los atentados del 11 de septiembre.
