La reunión sobre el 'hipermercado de la droga' entre el Consell y los alcaldes acaba sin acuerdos concretos

El gran despliege de medios que exhibió ayer el Consell valenciano no sirvió para que el encuentro que mantuvieron las máximas autoridades de la Generalitat con los alcaldes más afectados por el hipermercado de la droga -Mislata, Paterna y Quart de Poblet- se tradujera en acuerdos concretos.

A la cabeza de la reunión se situó el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, -que abandonó el encuentro a mitad- flanqueado por el vicepresidente primero, José Luis Olivas, y el consejero de Justicia y Administraciones Públicas, Carlos González Cepeda, y la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Carmen Mas. De esta forma, estaban presentes los máximos representantes políticos y policiales, aunque no los de la vertientes sociosanitarias del problema. El consejero de Bienestar Social, Rafael Blasco, en cuyo departamento se enmarca la dirección general de drogodependencias, no acudió al encuentro.

Junto a ellos, estaban por parte de los municipios, Francisco Borruey, alcalde de Paterna, Carmen Martínez, de Quart de Poblet, y Manuel Corredera, de Mislata. Tampoco acudió la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, pese a que las afueras de la ciudad que gobierna también se ve afectada de forma constante por el recorrido trashumante de los toxicómanos que deambulan por la zona a golpe de quejas vecinales.

Después de tres meses de haber solicitado el encuentro -solicitado inicialmente a la delegada del Gobierno- los tres representantes municipales se encontraron con los representantes autonómicos y volvieron con el único compromiso en firme de un vago aumento de la presencia policial en toda la Comunidad Valenciana y la promesa de crear una comisión de seguimiento encargada de dar continuidad a los encuentros, el próximo de los cuales quedó fijado en un plazo de diez días. Otros de los aspectos abarcados es un impreciso impulso a nuevas medidas sanitarias para combatir el problema.

La voz crítica en la reunión la pusieron los alcaldes de los municipios quienes solicitaron la puesta en marcha de 'medidas valientes' para acabar con el problema de la concentración de toxicómanos en entornos marginales como el de la huerta de Campanar que no cumplen con los requisitos mínimos sanitarios y de seguridad. Como ejemplo de estas medidas novedosas, la alcaldesa de Quart de Poblet, Carmen Martínez, señaló que durante el encuentro, los alcaldes plantearon la posibilidad de dispensar heroína bajo control médico y en toxicómanos que se encuentran en una situación de 'no reinsertables', unas experiencias que ya se están llevando en países de nuestro entorno. El alcalde de Paterna, Francisco Borruey, se mostró también partidario de cambios legislativos y enfocar el problema de forma que se pueda lograr la reinserción del individuo.

A este respecto también aludió Carmen Mas, quien se refirió a la posibilidad de poner en marcha unidades móviles de tratamiento para los toxicómanos de forma de que, además de potenciar los hábitos higiénicos de los drogodependientes a través de intercambios de jeringuillas y prácticas similares, se pueda realizar un seguimiento sanitario. De hecho, ésta es la función que desempeña desde hace años Médicos del Mundo, sin más ayudas que los fondos propios y algunas subvenciones de administraciones públicas. Los alcaldes no mostraron demasiadas esperanzas en este aspecto ya que, recordaron, esta oferta ya se realizó hace un año y aún no ha cristalizado.

Al margen de la comisión de seguimiento, en la que se anunció que sí tomará parte Rita Barberá, los aspectos más concertos fueron los de potenciar la dotación policial. Mas prometió 300 agentes más, aunque para toda la Comunidad. Eso sí, dijo que parte de este contingente se dirigiría a vigilar el hipermercado de la droga.

Durante su comparecencia ante los medios, Mas y Olivas hablaron de aspectos generales, como el de los fondos con los que cuentan los presupuestos de la Generalitat para poner en marcha políticas de prevención ante las sustancias estupefacientes, o la implantación de nuevas unidades de conductas adictivas destinadas al tratamiento de toxicómanos.