Adiós a una servidora pública

El servicio municipal de urgencias, el Samur-092, se vistió ayer de luto para mostrar su dolor por la pérdida de una de sus trabajadoras, caída en acto de servicio. Silvia Madrid Ruiz, enfermera de 26 años, falleció la noche del sábado. Un tren la arrolló cuando, sobre las 23.30, Silvia y un compañero buscaban a un supuesto herido en un tramo férreo de Entrevías que une Madrid con Alcalá de Henares. En el mismo accidente resultó gravemente herido su compañero Raúl Rico, de 25 años, conductor de una UVI móvil del Samur. Ambos acudieron a Entrevías tras recibirse en el Samur una llamada que indicaba la posibilidad de que hubiese un herido en una vía de la zona. La información resultó luego ser errónea.

La muerte de Silvia se produjo a poco de ingresar en el hospital Doce de Octubre, y la noticia cayó como un mazazo en el Samur. El dolor se extendió también a todos los cuerpos de emergencias y de seguridad de la Comunidad, que ayer rindieron un emocionado homenaje a su compañera.

El cadáver de Silvia fue trasladado ayer al tanatorio de la M-30 y allí recibió el tributo de cientos de compañeros, ataviados con su habitual traje de faena naranja. Al funeral acudieron 400 profesionales del servicio (de un total de 480) y 700 de los 1.000 voluntarios, según informó un portavoz del Samur.

Abrazos, llantos, caras desencajadas, ojos rojos por las lágrimas y mucha rabia contenida eran la tónica entre los miembros del Samur que acudieron al tanatorio para dar a Silvia un último adiós. Y es que Silvia era una joven muy conocida entre la plantilla del servicio municipal. Tras varios años adscrita a la unidad de voluntarios, el pasado agosto fue contratada como profesional y destinada a una UVI móvil. Además de sus familiares, amigos y compañeros, hasta el tanatorio se dirigieron el delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui; el alcalde, José María Álvarez del Manzano; la primera teniente de alcalde, Mercedes de la Merced; la edil de Policía Municipal, María Tardón, y el de Salud y Consumo, Simón Viñals. Todos ellos asistieron, a las 16.30, a una misa celebrada en la capilla del tanatorio.

El alcalde impuso a la joven enfermera fallecida la medalla de plata de Madrid a título póstumo, lamentó 'profundamente' el accidente ocurrido y expresó su tristeza porque 'a cambio de la vida de Silvia', dijo, 'sólo se pueda conceder una medalla y una bandera a su familia'. 'Hoy es un día malo. Un día festivo para todos, pero muy triste para nosotros', agregó. Tras la ceremonia, el cuerpo de Silvia fue trasladado al cementerio de la Almudena, escoltado por un sinfín de ambulancias y vehículos de emergencia, todos ellos con sus luminosos encendidos.

Aviso de Renfe

La comitiva estaba formada por efectivos del Samur, del 061 del Insalud, Cruz Roja, Bomberos de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid, Sercam, Guardia Civil de Tráfico, Cuerpo Nacional de Policía, el servicio 112 y Policía Municipal.

El terrible accidente ocurrió a las 23.30 del sábado. En la centralita del Samur se recibió minutos antes un aviso de Renfe. Un maquinista de otro tren había comunicado su sospecha de haber atropellado a una persona cerca de la estación de Entrevías. Dotaciones del Samur y de Policía Municipal se acercaron al lugar. Entre ellos, la UVI móvil en la que iban Raúl, al volante, y Silvia. Ya entre las vías de la estación, los efectivos del Samur y de Policía Municipal se dividieron en dos grupos. Uno de ellos avisó al de Silvia de la llegada de un convoy que venía de frente. '¡Un tren!', gritaron.

El grupo de Silvia se apartó. De nuevo surgió otro aviso: '¡Que viene un tren!'. En esta ocasión, el grupo de Silvia entendió que se trataba del mismo convoy y siguió rastreando entre las traviesas.

No se percataron de que el nuevo aviso correspondía a un segundo convoy que se les acercaba por detrás. El tren golpeó a Silvia y a Raúl, que no tuvieron tiempo de apartarse.

La joven enfermera murió en las urgencias del Doce de Octubre al entrar en parada cardiorrespiratoria. Su compañero Raúl sufrió politraumatismo múltiple y ayer seguía en la UCI del citado hospital. Aunque su pronóstico es reservado, su vida, según fuentes del Samur, no corre peligro. Raúl Rico, oficial conductor del Samur, había participado nueve horas antes en el rescate de las cuatro personas que perecieron ese día al ser atropellado el coche en el que viajaban, cerca de Villaverde Alto, por otro tren que hace el trayecto Fuencarral-Atocha-Móstoles.

La compañía Renfe expresó ayer sus más sentidas condolencias por el fallecimiento de Silvia Madrid Ruiz, que perdió su vida en un acto de servicio. Silvia no tenía que haber trabajado el sábado, pero cambió el turno a un compañero. El destino le jugó una mala pasada.