El Atlético ve la luz en un minuto
El líder golea al Burgos, que pagó cara la expulsión de José Mari y el gol inmediato de Carreras
Muchos goles y pocas oportunidades. Mucha circulación de la pelota y poca profundidad. El Burgos y el Atlético dividieron salomónicamente la pelota durante el primer tiempo y mantuvieron un duelo razonablemente equilibrado hasta la expulsión de José Mari. Al mediapunta del equipo burgalés no se le ocurrió nada mejor que parar una galopada de Nagore a base de pataditas en el tobillo por detrás. Quedaban cinco minutos para el final del primer periodo. Una expulsión, sin duda rigurosa, que desencadenó la inusual furia goleadora de los rojiblancos.
José Mari se fue a la ducha y Carreras marcó de cabeza en el lanzamiento de falta que había provocado la expulsión del riojano. Un gol a favor y 45 minutos para gestionarlo y multiplicarlo por cuatro frente a un equipo desorientado por el árbitro.
BURGOS 0| ATLÉTICO 4
Burgos: Tito; Lucio, César, Joyce Moreno, Zubizarreta; Dani Pendín, Merino, Iñaki (Cuyami, m. 59), Conget (C. Merino, m. 53), José Mari; y Gálvez (Isailovic, m. 53). Atlético: Toni; Armando, Gª Calvo, Hibic, Carreras; Aguilera, Nagore, Movilla, Luque (Stankovic, m. 73); Fernando Torres (Dani, m. 67) y Correa (Roberto, m. 60). Goles: 0-1. M. 40. Carreras, de cabeza 0-2. M. 49. Hibic, tras un rechace. 0-3. M. 78. Dani, en jugada personal. 0-4. M. 83. Dani, de volea. Árbitro: Martínez Torrén. Expulsó a José Mari por roja directa (m. 39). Amonestó a Moreno, César, Movilla, Hibic y Nagore. Unos 9.000 espectadores en El Plantío.
Antes, mucho antes, en el calentamiento, Germán Burgos se excluía por un calambre en un gemelo. Jugó Toni. Y no falló. Algún jugador rojiblanco comentó que no le había dado tiempo ni a ponerse nervioso. Su titularidad fue tan inesperada como repentina. El guardameta, que hasta ayer parecía gafado por sus numerosos errores, tuvo poco trabajo, pero el que tuvo lo solventó con seguridad. Un trabajo que, sobre todo, se concentró en el primer periodo.
El Burgos salió esperando al Atlético bastante atrás, pero presionando a partir del mediocampo con disciplina y seguridad en la tarea. Dani Pendín y el desafortunado José Mari aprovechaban su irrupción por sorpresa para romper la línea de centrocampistas del Atlético y crear ocasiones.
El Atlético tocaba la pelota con un cierto criterio, pero sin demasiada profundidad. Movilla intentaba conectar con los extremos, pero ni Luque ni Aguilera consiguieron apropiarse de los costados. Correa y Torres perseguían el balón con la mirada, lejos de la zona donde discurría la batalla.
El segundo tiempo abrió algo más el campo y hundió al Burgos en una modorra depresiva. El Atlético se encontró un gol después de un lanzamiento cruzado que Hibic desvió a la portería y con el carné de líder entre los dientes empezó a manejar los minutos que restaban.
Stankovic y Carreras convirtieron la banda izquierda en un caudaloso canal por el que fluían las oportunidades. Así llegaron los dos goles que redondeaban el triunfo rojiblanco. Los dos de Dani. Los dos muy buenos.
El Burgos, definitivamente abandonado a suerte, se conformaba con que la goleada no desbordase los límites del marcador. Sin fuerzas ni ganas de remontar un partido que dieron por perdido desde que José Mari les dejó con un jugador menos, el equipo castellano desesperó a su propia afición por la desgana con la que encaró los últimos minutos. La historia pudo haber sido diferente si José Mari no hubiese puesto a prueba el conocimiento del reglamento del árbitro. No fue así y el Atlético abrió el año con un saquito de goles y con Toni sonriendo.
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