El juego de las apariencias

Las 130 instantáneas, tomadas por Garry Winogrand (Nueva York, 1928-México, 1984), que estructuran esta exposición son una síntesis de la totalidad de su obra, tanto de sus estéticas como de la evolución de su técnica. Formado por Alexei Brodovitch (New School of Social Research) y fuertemente influido por Robert Frank, los paisajes urbanos y los personajes que deambulan por ellos evidencian tics de la manera de hacer de Walker Evans y Cartier-Bresson; si bien a diferencia de éste, como afirma el comisario de la muestra Carlos Gollonet, las imágenes de Winogrand contienen 'expectativas narrativas, pero nunca suficientes como para contar una historia'. En efecto, estas fotos, que ya forman parte de la arqueología iconográfica americana, son como el comienzo de una película con un guión cuyo final resulta imprevisible.

El conjunto de fotos expuestas en el Canal de Isabel II -en cuyas paredes, junto a su correcta puesta en sala y secuencia, adquieren una nueva perspectiva por la peculiaridad arquitectónica de esta edificación- pertenecen al legado de Garry Winogrand, procedentes de la Fraenkel Gallery de San Francisco; son copias en gelatinobromuro de plata realizadas a finales de los sesenta y durante los setenta. Selección que evidencia las claves mediáticas de las que se sirvió durante sus etapas de fotoperiodista y publicista cuando comenzó a utilizar el medio como un instrumento con el que llevar a la práctica una teoría que, ante todo, subrayara el juego de las apariencias.