Saviola opta por la nacionalidad italiana para ser comunitario

Saviola no será español. El futbolista inició hace tres meses los trámites para conseguir la nacionalidad italiana y dejar de ocupar así la plaza de extranjero no comunitario. Así lo comunicó ayer el representante de Saviola, Alfredo Cabrera Brizuela a Ona Catalana. 'Los trámites para conseguir la ciudadanía italiana se iniciaron en Argentina ya que su padre era hijo de italianos', señaló el agente del jugador. 'Además, un primo hermano de Javier tiene los trámites bastantes avanzados para conseguir el pasaporte italiano'. Cuando Saviola fichó por el Barça ya pactó que haría todo lo posible por dejar libre su plaza de extranjero que ocupan, además del argentino, los brasileños Rivaldo, Giovanni y Rochemback. La vacante despejaría el camino, en un futuro, para el fichaje del centrocampista del Boca Juniors, Riquelme.

Cabrera Brizuela indicó que el Barça está informado sobre el proceso de la nacionalización italiana, después de una reunión mantenida con el director general del Barça, Javier Pérez Farguell. Sin embargo, fuentes próximas al jugador señalaron que el club no se ha vuelto a pronunciar al respecto desde el pasado verano. Cabrera Brizuela espera que Saviola tenga la doble nacionalidad antes del próximo mes de junio, aunque advirtió de que los trámites podrían alargarse por la situación política que vive Argentina. La opción de la vía italiana es el recurso más rápido para conseguir la condición de jugador comunitario. El país transalpino permite transmitir la nacionalidad hasta la cuarta generación. Cabrera Brizuela aludió a 'cuestiones legales' que impiden el proceso por la vía española. La abuela materna de Saviola era de la localidad extremeña de Alia.

Por otra parte, los brasileños Rochemback y Geovanni alegaron problemas de índole personal para no haber llegado a tiempo a los dos primeros entrenamientos del Barça de este año (en la tarde del día de Año Nuevo y el día 2 por la mañana). Los dos jugadores, que podrían ser sancionados con una multa que oscilará entre los 6.000 y 3.000 euros (entre 500.000 y un millón de pesetas), reconocieron su error al no haber avisado al club de que llegarían con retraso. 'Me arrepiento de no haber llamado, pero me fue muy bien pasar con mi familia el día de Año Nuevo', insistió Rochmeback.