'Hay que tener un grado de osadía para escribir una historia'
El escritor y periodista Fermín Goñi, de 48 años, (Pamplona) narra con humor en su última novela Las mujeres siempre dijeron que me querían (Puntizón Ediciones) la historia de un grupo de adolescentes en una pequeña ciudad tediosa de finales de los años 60 como era Pamplona, pero que podría ser cualquier otra.
Pregunta. ¿Responde el título al deseo de los protagonistas de la novela o, como periodista, coloca un título sugerente para atraer la atención?
Respuesta. Un buen título te puede salvar una noticia y en este caso también tiene que ver con ese anhelo de la cuadrilla de adolescentes de que les quieran las mujeres Los jóvenes están obsesionados por tener relaciones con las chicas en una ciudad en la que es metafísicamente imposible hacerlo.
P. Ha descrito su novela como de humor y dice que se río mucho escribiéndola.
R. He pretendido describir una época, una situación y un tipo de ciudad. La situación a finales de los años sesenta era tan sórdida y tan triste, que si no le pones humor habría salido una novela como Ama Rosa [personaje popular radiofónico de la época al que le ocurrían tragedias constantemente].
P. Describe con exactitud la ciudad y el ambiente de una Pamplona aburrida, los colegios de curas y la iniciación al sexo. ¿Podría ser otra ciudad?
R. Es que es eso. No se está definiendo una ciudad en concreto, aunque se la haya puesto un nombre. Se describe un ambiente y una época porque el tono gris era común a todas las ciudades pequeñas, lo que en Madrid llaman provincias. Pero es exportable.
P. Lectores en torno a los 40 se pueden sentir identificados. ¿Es un poco nostálgica?
R. La verdad es que ha resultado nostálgica. A los que tienen entre 40 y 50 años les gusta porque les trae recuerdos y todos tenemos ese punto de masoquismo de recordar aquello que nos hizo daño.Pero aquí, al describirlo con humor, lo ven con cierto agrado. El tiempo deforma el pasado y los lectores piensan: ¡qué cosas pasaban!. Estoy notando que empiezo a hacer referencias al pasado y eso me produce nerviosismo porque quiere decir que me voy haciendo mayor aunque tengo la cabeza de 20 años.
P. El léxico está muy cuidado ¿tiene que ver con su profesión de periodista?
R. Desde luego, es pura deformación profesional. Haber corregido durante mucho tiempo tantos textos, al final te hace escribir de una determinada manera.
P. Con la gran oferta de libros existente ¿hay que ser un poco osado para escribir?
R. Hay que tener un grado de osadía, de atrevimiento y de ignorancia para, en un mercado donde se publican 60.000 libros anuales, ir a contar una historia simpática de unos personajes de ficción. Pero yo soy muy peleón y esto es un desafío, y lo seguirá siendo porque tengo la intención de escribir un libro cada 14 o 16 meses.
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