Rebelión en la granja
Se temía la entrada del 2 y latía una inquietud, como si algo se nos fuese a escapar de las manos; se comentaba sobre el 'efecto 2000' y todo 'ha quedado' en el olvido de la mente, en la papelera del 'ordenador'.
Pasó el 2000, termina el 2001 y a las puertas del 2002 siento que se va acentuando ese 'efecto 2000' que se creía en un soplo. Presiento el comienzo de un encuentro que tienda al empate, entre los que de tanto peso ya no saben caminar y los que en secular carrera por la supervivencia anhelan la recuperación de los bienes y dignidad despojados; el divorcio entre riqueza material y pobreza moral.
Sea éste el 'Año de la Empatía', en el cual esa minoría 'engordada' desde cero al 2, se ejercite en ponerse en el lugar de los que tuvieron 2 y hoy tienen cero.
En poco tiempo he leído unas declaraciones que invitan al optimismo y que son signo inequívoco de esa rebelión de la conciencia individual. Coinciden en que para resolver los conflictos, hay que acudir a las raíces y llamarlos por su nombre, como decía el sr. Valdivielso director de la Guardia Civil.
Según leo en el número 40 de la revista Natural, James Wolfenshon, presidente del Banco Mundial advirtió al mundo de que 'mientras existe la pobreza, los ricos no tendrán paz... el 11 de septiembre la pobreza en un lugar del mundo se trasladó en forma de violencia a otro lugar del mundo'.
Los animales, su condición de seres libres 'criaturas de Dios' y no seguir ocupando la mente animalizada de los humanos que de ellos se alimentan, convirtiéndola en una granja.
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