Flotando a 350 km/hora por Nueva York

En el mundo del videojuego también hay 'sleepers'. Títulos en los que a priori nadie consumiría ni un minuto de su tiempo libre para probarlos, pero que tras el esfuerzo resultan ser exquisiteces a las que el tiempo sitúa en su merecido puesto entre los mejores. Éste es el caso de NY Race, juego que ni siquiera su editora, Wanadoo Editions, se ha molestado en mencionar en su sitio web. El juego está creado por Kalisto, que aprovecha sabiamente el contexto de la película El Quinto Elemento, para lanzar al usuario en una carrera trepidante a través de las calles de una futurista Nueva York del año 2251.

Emulando al taxista Korben, Bruce Willis en la película, el jugador pilotará todo tipo de vehículos flotantes en unas carreras semioficiales a través de 13 circuitos. La peculiaridad de estos bólidos del futuro es su capacidad para desplazarse en el aire en vertical, como si fueran aviones, permitiendo situar así varias capas de autovías superpuestas, lo que soluciona el grave problema de circulación que habrá en el futuro. Esta libertad de movimiento, unida a la gran actividad en todos los niveles de la ciudad, posibilitan una experiencia de conducción vertiginosa idéntica a la que viven los protagonistas de la película. La no menos vertiginosa Milla Jovovich no ha sido utilizada en esta ocasión por Kalisto para llamar la atención sobre su juego, pese a ser el elemento crucial de la trama en la película.

Carrera única, campeonato o juego para varios usuarios en Red son las principales opciones para introducirse en el mundo de Luc Besson a toda velocidad. La más atractiva es el campeonato, a través del cual es posible desbloquear nuevos circuitos y vehículos más potentes. En esta mezcla de Pod, Ubi Soft (1997), y Descent, Parallax (1994), las carreras se simultanean con todo tipo de trampas que se consiguen recogiendo 'bonus' por el camino, como aceleradores turbo y misiles aire-aire, o cruzando pasadizos que se ocultan tras pancartas publicitarias de productos actuales. La iluminación dinámica de las calles, la impresionante cantidad de objetos en movimiento como decenas de vehículos y trenes, el rastro luminoso dejado por los contrincantes y la belleza del escenario son un regalo para la retina. El control mediante palanca de juego es perfecto y permite disfrutar de una experiencia inolvidable.