Segunda modernización
He leído en este diario algunas críticas muy duras respecto a la propuesta de la segunda modernización en Andalucía. Me parecen acertadas porque creo que aprovechan la perspectiva del futuro para criticar el presente. Octavio Paz razonaba de la misma manera: 'La búsqueda del futuro finaliza inevitablemente con la conquista del pasado'. Nuestro pasado, el de andaluces y andaluzas, es de un agregado de caciques, curas y jornaleros. En nuestro pasado no hay burguesía emprendedora, clase media profesional, industrias, infraestructuras... y todo aquello que son acicates en otros mundos para la creación de una sociedad razonablemente liberal y centrada en el progreso, de todo tipo, de sus gentes.
Hoy en Andalucía hay clase media, profesionales, empresarios con ganas de serlo sin la búsqueda de la doble moral de 'actúa en privado y recibe del Estado', hay ciudadanos y ciudadanas con capacidad de expresar sus ideas, personas formadas y que son anónimas, casi invisibles, que no existen; porque conservamos aún la idea simbólica del cacique: aquel o aquella que no renuncia a la influencia obtenida gracias a nacer y vivir en circunstancias sociales y políticas determinadas de nuestra historia de la transición democrática. Y salvo algunas incorporaciones, son los mismos y mismas. Tanto es así que me sorprenden cosas como que en la sede la Universidad Internacional de Andalucía se celebra un foro independiente para tratar problemas y soluciones de la LOGSE. El tema es interesante, pero compruebo que los participantes ese 'foro independiente' prácticamente son los mismos que hicieron esa ley y han protagonizado su desarrollo en estos años. Todavía no hemos conquistado nuestro pasado.
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