_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un Bach arrollador

Se suele decir que las desgracias nunca vienen solas. En esta ocasión tenemos que aplicar lo de la compañía a las alegrías. Aún no repuestos de la intensa impresión causada por el formidable pianista noruego Leif-Ove Andsnes (todavía esta noche he soñado con sus piezas líricas de Grieg), nos visita John Eliot Gardiner con un programa Bach para que la fiesta musical continúe y los ánimos no decaigan. Gardiner y, claro, sus conjuntos: el fabuloso Coro Monteverdi, que lleva camino de entrar en la leyenda de las agrupaciones corales barrocas; y el grupo instrumental English Baroque Soloists, cada día más femenino en la distribución y más vitalista en las ejecuciones musicales

Fue el de Gardiner y los suyos un Bach arrollador, elegante, leve pero no frívolo, profundo aunque no pesado, y en todo momento delicioso. La versatilidad dentro de estas coordenadas era posible, y así se apreció en la transición de la seriedad nada ritual de la misa luterana, al desenfado y espontaneidad del concierto de Brandeburgo, con unos solistas entregados al placer de hacer música fresca y desenvuelta.

John Eliot Gardiner

English Baroque Soloists y Monteverdi Choir. Bach: Misa luterana número 3, Concierto de Brandeburgo número 2, Cantatas BWV 110 y 191. VI Ciclo Complutense de Conciertos. Auditorio Nacional, Madrid, 13 de diciembre 2001.

Más información
John Eliot Gardiner defiende la música como 'lección para los políticos'

En la segunda parte llegaron las cantatas, esas cantatas religiosas que han paseado en su totalidad el año pasado por 50 iglesias de 14 países europeos, con motivo del 250º aniversario de la muerte de Bach. Las dos que exhibieron en Madrid dieron fe de una maestría conseguida en base a la combinación de equilibrio, gracia, rigor y falta de retórica. Destacó el cuidado de los matices en el grupo instrumental, y la afinación y empaste ejemplares en el coro. Gardiner es un gentleman y eso lo aplica a su dirección musical. Queda la impresión de un Bach muy a la inglesa, sin aristas: cantabile, cercano. De esos en que la sutileza no está reñida con la sencillez, ni la sencillez con la falta de espiritualidad. Lo dicho: muy inglés.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_