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eBay copa el mercado de subastas en red con la entrada en iBazar y MercadoLibre

Cada segundo hay once objetos más para subastar; cada 18 minutos se vende una moto; cada tres horas, un coche Corvette; cada día, centenares de casas; cada mes, un avión. Los 39 millones de compradores y vendedores jamás se dan la mano. Ni se ven ni se hablan. A menudo ni viven en la misma ciudad, ni son del mismo país, ni hablan el mismo idioma. Sólo les unen cuatro letras: eBay.

El fenómeno eBay.com llega el próximo mes a España, después que la compañía de California comprara iBazar.com, el sitio de subastas que opera en siete países europeos. La unión de plataformas tecnológicas significa que cuando un coleccionista busque una camiseta de Maradona o un sello de la llegada a la Luna, eBay mirará entre sus 300 millones de objetos colocados en subasta, en cualquiera de la veintena de países en los que trabaja, de Brasil a Corea del Sur, de Portugal a Nueva Zelanda.

'No somos un comercio en Internet, sino un comercio que usa Internet', aclara el indio Rajiv Dutta, jefe financiero de eBay. 'Nuestra competencia no es on line, sino off line. Nuestra competencia son los centros comerciales'. En su sede central de San José (California) no hay almacenes de artículos listos para la subasta, ni tan siquiera un mazo para cerrar las pujas (afortunadamente, porque habría unos 100 millones de mazazos al año).

eBay no tiene almacén ni escaparates en la calle. eBay es un lugar espacial de encuentro de millones de personas que quieren comprar y vender algo. eBay les pone en contacto, cobra unas tarifas al vendedor, y, a cambio, les da mucha confianza.

Si en su nacimiento el 90% eran objetos de coleccionistas, hoy suponen el 30%; el resto son artículos nuevos. Firmas como IBM, Walt Disney, Alfa Romeo confían en eBay para vender sus productos. Si al principio todo eran ingresos por subastas, hoy el 16% proceden de artículos con precio fijo. eBay ha pasado en seis años de ser el rastro de Internet a primer vendedor de coches de Estados Unidos y a ser una de las primeras agencias inmobiliarias y, sobre todo, una puntocom con miles de millones de beneficios.

Un fenómeno global que nació en el verano de 1995 por esas casualidades del amor.

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