Leonor Jorge Ávila, viuda de Ortega Muñoz

Era físicamente pequeña y moralmente grande. Leonor Jorge Ávila, fallecida en Madrid con más de ochenta años, había nacido en San Vicente de Alcántara, provincia de Badajoz, lo mismo que Godofredo Ortega Muñoz. Se conocieron, sin embargo, sólo años más tarde y, casados desde 1935, viajaron juntos por Europa, donde ya el gran pintor había trabajado antes. De esa previa experiencia recordó una vez que 'existen pocas ciudades europeas en las que no pasé hambre'.

En las duras como en las maduras, aquella admirable mujer a quien sus muchos amigos llamábamos Leito estuvo al lado de Godofredo, el gran Godo. Las largas reflexiones ante el lienzo de un artista que todo lo pensaba antes de pintarlo eran siempre seguidas por ella con amor, silencio y, a veces, con la palabra justa.

La calidez humana de Leito, sin embargo, se apreció mejor cuando la vida del gran recreador de los mejores paisajes de España y de algunas figuras admirables de su Extremadura llegó a su término en 1982. Desde aquel momento fue ella custodia celosa e implacable de la gran obra que el uno y la otra nunca quisieron vender. Gracias a esa pasión, a ese fervor, a esa recelosa custodia del tesoro, podrá España y podrán nuestros visitantes más sensibles disfrutarlo ad etérnum. Es de esperar que quienes custodian nuestro patrimonio desde la capital de España y desde la de Extremadura sumen sus esfuerzos al generoso ánimo de quienes ahora reciban, por los lazos de la sangre y del cariño, el colosal depósito de esa belleza singular.-