Una red prostituía a rumanas, entre ellas una menor, en la Casa de Campo

Agentes de la Brigada de Extranjería han desmantelado una red que se dedicaba a prostituir a inmigrantes rumanas en la Casa de Campo, entre ellas una joven de 16 años. Tres personas han ingresado en prisión y seis mujeres, entre las que se encontraba la citada menor, han sido liberadas gracias a que dos de ellas denunciaron los hechos, según informó la Jefatura Superior de Policía.

En marzo fue descubierta también una menor de 16 años, kosovar, que se prostituía en la Casa de Campo. Tras ingresar en un centro de acogida, la chica huyó del mismo y horas después se la vio de nuevo en la Casa de Campo ejerciendo la prostitución.

Las investigaciones sobre la red antes citada comenzaron hace dos meses, cuando las dos mujeres explicaron a la policía que les ofrecieron venir a trabajar a España como camareras o dependientes de restaurantes de comida rápida. Al llegar al aeropuerto de Barajas, los detenidos les arrebataban el pasaporte y les obligaban a prostituirse en jornadas superiores a doce horas. Después les quitaban el dinero que ganaban y las obligaban a posar casi desnudas para 'producir más', a pesar del frío de los últimos días, y a mantener relaciones sexuales con los integrantes del grupo. Para asegurarse el cumplimiento de sus condiciones, los integrantes de la banda infligían castigos físicos 'ejemplarizantes' a las chicas que las incumplían, según la versión policial. También había numerosas amenazas contras ellas y sus familias en Rumania.

La policía vigiló de cerca al grupo y averiguó sus identidades, sus domicilios y los horarios en que trasladaban a las mujeres. El pasado martes detuvo a Gabriel Daniel, de 25 años; Petrus Nicolae P., de 27, y a Marius S. M., de 33. Los agentes descubrieron en los dos pisos de la banda (situados en las calles de San Cándido y Antonio Antoranz, en Carabanchel) a seis mujeres, una de ellas menor. Ésta afirmó tener una edad y sus compañeras dijeron que era mayor. Pero la joven fue sometida a la prueba de la muñeca [una exploración radiológica del antebrazo], que determinó que tiene en torno a 16 años, según fuentes policiales.

Prisión preventiva

También se incautaron de numerosas armas blancas, como catanas (espadas japonesas) y machetes, un centenar de cartuchos de distintos calibres de armas de fuego, gran cantidad de contratos de trabajo firmados en blanco, y solicitudes de permisos de trabajo y residencia para las mujeres en actividades que no desarrollaban, además de pasaportes, libros de contabilidad y resguardos de envío de dinero a sus familias en Rumania. Los tres detenidos, que carecían de antecedentes en España, ingresaron en prisión por orden del juez de guardia.

Las mujeres se han acogido a las leyes de Protección de Testigos y de Extranjería, lo que les garantiza el anonimato y su regulación, al denunciar a los integrantes de la red que las introdujo en España y las explotaba.