El penalti más tonto

'Hasta los niños pequeños saben que lo que hice no se puede hacer'. Con gesto mustio, como el de quien está dispuesto a copiar cien veces en la pizarra del vestuario no cogerás el balón con la mano hasta que pite el árbitro, relataba ayer Jean François Hernández, defensa central del Rayo, lo ocurrido en el encuentro ante el Betis. Hasta la línea de fondo llegó Denilson. Tanto llegó que el balón sobrepasó con creces la cal. No un metro como decía Lopetegui tras el choque, pero sí lo suficiente como para que el juez de línea lo hubiera advertido. El caso es que Denilson centró y, pese a que allí no se oyó silbato alguno, Hernández decidió parar la pelota con ambas manos en lo que resultó un bonito salto. En vista de que su ayudante nada indicaba, Undiano Mallenco, el árbitro, marcó el penalti más claro y más tonto con el que se ha encontrado. Los jugadores del Rayo rodearon a Undiano y a su auxiliar, quien les miraba con cara de no saber de qué diablos le hablaban. Nada consiguieron. 'Sólo los que tenían que verlo no lo han visto', decía Hernández, el protagonista de una jugada en la que todos los participantes se equivocaron.