Cher: "La edad es un sentimiento"

Ya lo dicen sus fans: Cher es la más. La que más trabaja (lleva 37 años en la carretera); la que más se opera (la gente impresionable perdió la cuenta cuando se quitó dos costillas); la que más triunfa (ha ganado un Oscar como actriz e innumerables premios como cantante); la más guapa, la más flaca, la más enrollada, la más rebelde, la más outsider, la más... En fin, la más.

Ayer, la polifacética californiana pasó por Madrid para presentar su nuevo disco, otro más de música dance (Living proof, Warner), que sale a la venta el lunes. Y demostró que casi todo lo que dicen sus fans es verdad. Y encima es lista, honrada, autocrítica, sensible, humilde y contundente. Bueno, o lo parece.

La cita era en un hotel de lujo a mediodía. Un grupo de ocho o nueve periodistas, obligados por el protocolo Warner a chapurrear inglés y a no indagar en cuestiones quirúgicas, esperan a la diva en la suite 336.

La diva llega con cinco minutos de retraso. Va embutida en un terno negro, con el pelo lleno de tirabuzones rubio platino y vestida a lo drag queen alto standing: pantalón gris oscuro de un paño estupendo, camisa de mosquetero negra, sendos crucifijos sobre el escote amplio (incluye recta y curvas perfectamente geométricas), ajustado chaleco de cuero negro almohadillado y botas de punta. Se sienta divinamente en la chaisse long para divas y espera los disparos.

En un momento dado, un valiente se arranca: 'Sabemos tus secretos para estar joven por fuera, pero ¿cuál es tu secreto para serlo por dentro?'. Todo hace pensar que se va a levantar y se va a largar, pero Cher sonríe y demuestra, una vez más, que ella es la más: 'Si vierais a mi abuela y a mi madre, entenderíais el secreto. Mi abuela tiene 87 años y va cuatro veces por semana al gimnasio. Mi madre está estupenda. Y yo... El otro día fui a ver Harry Potter y me encantó, aunque no sé lo que esto quiere decir de mí, pero quiero volver a verla. Las mujeres de mi familia somos todas muy juveniles. La edad es sólo un sentimiento. Un sentimiento que tiene que ver con el entusiasmo, supongo'.

Resuelto el dilema, se habla del inevitable 11 de septiembre. Cher afirma que fue 'tan horroroso, devastador y difícil de asumir que parecía mentira, una película'. Y añade: 'Lo preocupante es que muchos americanos no saben cómo nos ven en el resto del mundo. Nuestros gobiernos han hecho muy difícil que el mundo distinga a los americanos reales de sus políticos. Y la culpa es de las muchas decisiones equivocadas de esos políticos'.

Alguien pregunta si ha cambiado algo su visión negativa de George W. Bush. Cher sonríe con sarcasmo: 'Sólo puedo decir esto: es el presidente de Estados Unidos'.

¿Y no le asusta viajar? 'Bueno, estoy aquí, ¿no? Mucha gente me dijo 'no vayas, no vayas', pero me parece estúpido no hacerlo. No voy a parar mi vida por eso. Podría morirme en la cama mientras duermo. Así que prefiero hacer lo que me gusta en vez de quedarme en casa'.

El pelota le dice si no le molesta que se hable tan poco de su 'poderosa voz'. 'Veo mi voz mucho peor que usted', contesta ella. 'Estoy llena de limitaciones. En América, las actrices no me ven como actriz y las cantantes no me ven como cantante. Mejor así. Pero éste es el mejor disco que he hecho. Parece que con los años me voy puliendo. Pero claro, si después de 40 años en el tajo no me hubiera pulido sería completamente estúpida'.