Juan Carlos Fresnadillo estrena 'Intacto', una fábula sobre la suerte

Gracias a Esposados, Juan Carlos Fresnadillo (Tenerife, 1967) se convirtió en 1996 en el cortometrajista más conocido de España. Candidato a un Oscar por aquel trabajo, producido por él mismo, su debú con un largometraje se esperaba con curiosidad. Intacto, una oscura fábula sobre el lado maldito de la buena suerte, es esa primera película. El filme, que se estrena mañana en las salas comerciales, está interpretado por Leonardo Sbaraglia, Max von Sydow, Eusebio Poncela, Antonio Dechent y Mónica López.

'La película indaga en una obsesión que tenemos todos', dice Fresnadillo, 'que es la de si podemos o no controlar nuestra buena estrella. La película, en forma de fábula, habla de una secta que roba de forma perversa la suerte de los demás. Habla de la adicción a tener buena fortuna, de gente que es experta en acertar, son personajes desesperados'.

Escrita por el propio Fresnadillo y el guionista Andrés Koppel, Intacto arranca con el toque de suerte de su protagonista, Tomás (interpretado por el actor argentino Leonardo Sbaraglia), que es el único superviviente de un accidente aéreo. Su buena estrella lo acerca a 'los vampiros de la suerte', señala Fresnadillo. 'Ellos buscan ese don por todo el mundo'.

Al frente de esa secta está El Judío (Max von Sydow), 'el hombre más afortunado del mundo, el dios del azar', dice el director. 'El Judío es el creador de todo este universo de juegos'. Refugiado en un casino perdido en un valle de lava, 'espera a los que quieran jugar contra él. Allí arriesga su vida, nadie le ha podido ganar. Lo perdió todo en Dachau cuando era niño. Él fue el único que sobrevivió y allí entendió la naturaleza terrible de su buena suerte'. 'Él', explica Fresnadillo, 'elige una ruleta rusa invertida, en la que siempre se ofrece primero como víctima'.

Intacto, rodada en Madrid y Canarias, se mueve sobre la tesis de que toda buena estrella se construye sobre la mala suerte de otros, que el privilegio de unos depende de la desgracia de otros. En lugar de cartas, en Intacto se juega con personas. Los jugadores son, entre otros, un torero retirado (Antonio Dechent), un adicto al miedo que deja de torear cuando se da cuenta de que su buen fario lo protege, que ya no arriesga nada en la plaza, y una policía (Mónica López) que sobrevivió al accidente de tráfico en el que murieron su marido y su hijo.

'Sus juegos son, aparentemente, inocentes, pero en los que se acaba jugando con la vida de otras personas', dice Fresnadillo. En Intacto hay juegos inspirados en la realidad, como el de un suicida que se juega la vida cruzando una autopista a ciegas, y otros inspirados en 'cuentos'. 'Son juegos de niños retorcidos perversamente'. Fresnadillo habla de un juego que consiste en pringar con miel la cabeza de los concursantes y soltar en la habitación oscura un insecto repulsivo para que el bicho decide cuál es su favorito, o una violenta carrera con las manos atadas y a ciegas por un bosque de pinos donde romperse las narices es lo probable.

'Son cosas algo infantiles', insiste el director, 'pero necesitaba ese punto algo ingenuo para darle el tono de fábula a la película, que no está situada en ningún lugar ni en ningún tiempo concreto. Se habla de juegos que pueden resultar hasta absurdos, como el de los abrazos, en el que un simple abrazo puede ser algo oscuro y doloroso'.

Fresnadillo explica que tomó como referencia para su película casos reales, como algunos casos de personas a quien un golpe de fortuna inesperado acaba arruinando su vida. 'Investigué algunas historias y más de una me llevó a conocer la desgracia de los que tienen un golpe fortuito, por ejemplo gente que tras ganar una fortuna a la lotería entraban en un rosario de desastres personales'.

Ambigüedad

'Me interesaba la ambigüedad de la buena suerte', continúa el cineasta canario. 'Te puede hacer perder las cosas que amas y alejarte de los demás. A veces, viene asociada con la pérdida, con la falta de control'. 'La suerte es un ejercicio, son matemáticas', afirma el actor Eusebio Poncela. 'Todos los personajes de la película', prosigue Fresnadillo, 'tienen una relación ambigua con el azar. Desde el protagonista a la policía que interpreta Mónica López, una mujer que siente que sobrevivir es sólo un castigo y que su buena fortuna es sólo un peso insoportable'.