La Audiencia de Valencia impone una pena de siete años de cárcel al único culpable por el 'caso Natzaret'

La magistrada de la Audiencia de Valencia Carolina Rius, que presidió el juicio con jurado del caso Natzaret, ha condenado a José Muñoz Bautista, el único procesado declarado culpable del linchamiento de Antonio Civantos Armenteros el 4 de diciembre de 1998, a siete años de prisión por un delito de homicidio y a pagar una indemnización de 20 millones de pesetas a la viuda de la víctima y de nueve millones al hijo de ésta. A la hora de determinar la pena del acusado, la magistrada ha tenido en cuenta que el jurado consideró probado que Muñoz sufrió un trastorno mental transitorio al ver que su hijo de 21 meses había sido atropellado accidentalmente por el camionero Antonio Civantos, al que persiguió y dio muerte junto a otras 'personas no identificadas'. Muñoz sufre un retraso mental leve, ansiedad y dificultades en el desarrollo del lenguaje, disfunciones 'sobre las cuales operó el trastorno mental transitorio' al ver a su hijo muerto y oír los gritos de su esposa. También aprecia la magistrada como atenuante el hecho de que Muñoz confesara el crimen y se entregara a la policía. Pero, asimismo, el jurado determinó que en el linchamiento de la víctima concurrió la agravante de abuso de superioridad, ya que fue atacada por varias personas armadas y no pudo defenderse. Por todo ello, tras analizar las atenuantes y la agravante, y la correspondiente jurisprudencia, la pena que se impone por un delito de homicidio a Muñoz queda fijada en siete años de cárcel.La Fiscalía había pedido nueve años y seis meses de prisión, las acusaciones particulares diez años y un día y la defensa cuatro años de cárcel.

La sentencia absuelve de las acusaciones a Soledad Muñoz Amador, esposa del condenado, tal y como decidió el jurado en su veredicto.

La magistrada Carolina Rius recuerda en el fallo que el jurado declaró culpable a Muñoz por una mayoría de ocho votos. Entre los hechos probados, el jurado determinó que Civantos atropelló accidentalmente al bebé cerca de la empresa para la que trabajaba en el barrio valenciano de Natzaret y que al dirigirse hacia los almacenes de la misma, fue perseguido y alcanzado por Muñoz, quien acababa de ver el cadáver ensangrentado de su hijo y atacó al camionero con una navaja. Personas que la investigación no ha logrado identificar se sumaron al ataque a la víctima, que falleció allí mismo y sufrió múltiples heridas. También destacó el jurado que el continuo tránsito de camiones en el barrio había provocado protestas vecinales, 'existiendo un clima de tensión'.