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Crónica:FÚTBOL | 11ª jornada de Primera División
Crónica
Texto informativo con interpretación

Mestalla ve crecer al Valencia

El equipo de Benítez ya es segundo tras dar lo mejor de sí para doblegar a un buen Rayo

El Valencia no pudo andarse con chiquitas. Hubo de transpirar fútbol por todos sus poros para derribar a un Rayo mucho mejor de lo que su clasificación indica. Gregorio Manzano le ha dado un aire nuevo. Más aseado. La superioridad valencianista se vio frenada hasta el final por los penaltis: uno marcado por el Rayo; otro fallado por el Valencia. Y el encuentro estuvo marcado por un duelo barriobajero entre Salva y Lopetegui, maldiciéndose a cada acción que los unía. Al final, justo cuando el Valencia empezó a flaquear en su perseverante ataque, llegó el gol de Sánchez, que hizo justicia. Precisamente Sánchez, flojo ayer, pero con el instinto goleador alerta hasta el último instante. Como siempre.

VALENCIA 2| RAYO 1

Valencia: Palop; Curro Torres, Ayala, Pellegrino, Carboni; Rufete, Albelda, Kily González (Vicente, m. 70); Aimar (Mista, m. 86); Sánchez y Salva. Rayo Vallecano: Lopetegui; Cota, De Quintana, Mainz, Graff; Roberto Peragón (Roy, m. 57), Pablo Sanz (Arteaga, m. 50), Helder, Michel; Glaucio y Bolic (Hernández, m. 75). Goles: 1-0. M. 23. Pared entre Aimar y Rufete, que llega a línea de fondo y su centro lo remata a gol desde la línea Salva. 1-1. M. 40. Peragón, de penalti. 2-1. M. 88. Sánchez aprovecha un rechace de Lopetegui a un cabezazo de Salva. Árbitro: De Los Santos Omar. Amonestó a Michel, Pablo Sanz, De Quintana, Graff, Lopetegui, Vicente y Ayala. Unos 45.000 espectadores en el estadio de Mestalla.

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El pique Lopetegui-Salva

¡Ay Aimar! Para los que todavía creen en la belleza del fútbol, Aimar es un tesoro que hay que conservar. La sutileza de su toque en la pared que origina el primer gol del Valencia es una maravilla que aprovechó Rufete para servir en bandeja a Salva.

Al honorable fútbol local, sin embargo, le faltó continuidad. O le sobró relajación. El caso es que se creyó el rey del mambo y se equivocó. El Rayo reaccionó con un zigzagueo de Michel, su mejor hombre, que terminó en penalti. Al parecer, un piscinazo del menudo jugador rayista que propició el empate de Roberto Peragón y, de paso, el fin de la imbatibilidad valencianista este curso en Mestalla. No es mal equipo este Rayo, que se defiende con mucho orden y que sale de atrás a toda mecha. Aparte del hábil Michel, ahí está el rapidísimo Glaucio, con quien Pellegrino hubo de estar siempre atento.

Mestalla, pese al empate, se volcó con su equipo. Apreciaba su buen juego. El ritmo de ataque que impuso. Una llegada tras otra. Con un fútbol variado, de toque corto y de pase largo. A las órdenes de Aimar. Ante un Lopetegui extraordinario. La actitud del Rayo resultó irreprochable. Pese a su manifiesta inferioridad, mantuvo hasta el último cuarto a dos hombres en ataque (Glaucio y Bolic), que en realidad eran tres: Michel armaba todos los contragolpes.

Lopetegui y Salva se cruzaron maldiciones hasta el instante crucial: el penalti que se dispuso a lanzar Salva. El portero se le acercó y le gritó algo al oído. Surtió efecto. Salva tiró el penalti flojo y por el centro. El fallo le dolió al Valencia, que bajó el ritmo. La entrada de Vicente por el Kily tampoco le favoreció. El argentino salió encendido del choque, mientras el valenciano entró frío.

El Valencia parecía exhausto, pero del choque entre Salva y Lopetegui quedaba un postrer capítulo. El delantero se tomó la revancha con el cabezazo que, tras rechazar el arquero, impulsó Sánchez a gol. Salva, entonces, arremetió contra su colega, al que le echó al público encima. Mestalla rugió de alegría. Sánchez puso las cosas en su sitio.

Salva celebra su gol, el primero del Valencia.
Salva celebra su gol, el primero del Valencia.JOSÉ JORDÁN

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