El euro lo hará todo más fácil para viajar

Más de 50.000 millones de monedas y 14.500 millones de billetes entrarán en circulación el próximo 1 de enero. Será el mayor cambio de moneda de la historia, y 302 millones de ciudadanos de 12 países europeos se verán afectados. La zona euro se extenderá por los territorios de Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal. Quedan fuera, por el momento, Dinamarca, el Reino Unido y Suecia.

El sector de los viajes será uno de los más afectados. En la zona euro se desarrolla el 40% del turismo mundial. Y el año pasado, España encabezó la lista de países en función de sus ingresos por turismo, con una cuota del 13,4% del mercado. En 2000 recibió 74,2 millones de visitantes extranjeros (48,2 millones pernoctaron al menos una noche, lo que hace que se les considere como turistas), de los que alrededor del 90% eran europeos, y más de la mitad, procedentes de países miembros del sistema de moneda única.

¿Qué ventajas tendrá el euro para el turista español? En los viajes por los países de la Unión Europea, el ahorro de las comisiones de cambio (que en total ascienden a 267.000 millones de pesetas) y una mayor transparencia a la hora de comprender y comparar los precios. Y la comodidad: el viajero podrá olvidarse de engorrosos cálculos y de tener que cargar con monedas de varios países, calderilla que al final se veía obligado a gastar apresuradamente en las tiendas de los aeropuertos. Otro de los pros radica en la capacidad del euro como divisa fuerte en los desplazamientos fuera de su zona de influencia (sin tener que utilizar una moneda intermedia, como el dólar). Además se podrán planificar los viajes con más tranquilidad, sin el riesgo de depreciaciones inesperadas (una práctica que fue habitual en España para mantener los precios más competitivos que otros destinos).

Antes habrá que familiarizarse con las ocho monedas (de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos, y de 1 y 2 euros) y los siete billetes (con un valor entre 5 y 500 euros) de la nueva divisa. A partir del 1 de enero de 2002, el euro coexistirá con las otras monedas durante un periodo de doble circulación, cuya duración varía según los países. Un tiempo en el que habrá que fijarse si los precios marcados se refieren a euros o a moneda local. El 1 de marzo, las pesetas dejarán de ser de curso legal, aunque hasta el 30 de junio se podrán cambiar en las entidades financieras y por tiempo indefinido en las oficinas del Banco de España. Para facilitar la transición, desde el 15 de diciembre de 2001, los bancos y cajas venderán surtidos de monedas de arranque, y a partir del 1 de enero, los cajeros sólo expenderán billetes de euro.

El Ministerio de Economía y Hacienda y la Dirección General de Comercio y Turismo de la Comisión Europea se hacen eco de la revolución que la introducción de la moneda única supone para el sector, que se beneficiará de la disminución de los riesgos derivados de las fluctuaciones en los tipos de cambio. Una opinión que comparte Félix Arévalo, director general de la Asociación Empresarial de Agencias de Viaje Españolas (AEDAVE), quien asegura que el euro será muy positivo tanto para el turismo emisor como para el receptor. Los únicos peros vienen dados por los ajustes técnicos del proceso de adaptación. Globalia, grupo de empresas al que pertenecen Halcón Viajes y Air Europa, ha calculado en cerca de 800 millones de pesetas los gastos en sistemas informáticos y formación de personal para adecuar sus compañías a la nueva moneda; unos costes que el Grupo Barceló cifra en 22 millones. Fernando López Romano, coordinador de asuntos económicos de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), expresa su temor de que algunas empresas pretendan amortizar dichos costes aumentando los precios de hoteles y viajes combinados.