El grupo municipal de CiU califica con 'un rotundo suspenso' la recogida de basuras de Barcelona
Con un 'rotundo suspenso' califica el grupo municipal de CiU el primer año de la nueva contrata de recogida de basura y limpieza viaria de Barcelona. El concejal Joan Puigdollers manifestó ayer que la ciudad no ha logrado mejorar los niveles de limpieza que se marcó como objetivo el Gobierno Local, pese al elevado esfuerzo presupuestario que supone el nuevo sistema.
El edil arremetió contra el equipo de gobierno por no prever cuando renovó la contrata que el personal de las empresas concesionarias no aguantaría mucho tiempo haciendo jornadas semanales de 39 horas 30 minutos. El acuerdo que ha tenido que cerrar el consistorio con los sindicatos para evitar que fueran a la huelga hace unas semanas representará un desembolso de 4.500 millones de pesetas en los 10 próximos años. Según CiU, esta cuestión no ha sido suficientemente explicada a los barceloneses.
El responsable de servicios urbanos y mantenimiento del consistorio, José Ignacio Cuervo, saliendo al paso de las valoraciones de CiU, defendió ayer la firma del convenio colectivo que garantiza la estabilidad laboral durante siete años. Cuervo añadió que se avanza al ritmo previsto, aunque, admitió, quedan aún puntos mejorables.
No obstante, las críticas no impidieron a Puigdollers señalar a renglón seguido que CiU está de acuerdo con la negociación que ahorró a la ciudadanía las molestias que ocasiona una huelga de estas características. Antes de formular una batería de propuestas tendentes a mejorar la gestión de la recogida de residuos domésticos, el edil mostró una serie de diapositivas de distintos puntos que muestran la acumulación de muebles, cajas de cartón y bolsas de basura a media mañana cuando el horario de recogida es por la noche.
CiU aboga por una política de fiscalidad ambiental que estimule al ciudadano a secundar la recogida selectiva. Para empezar, es partidaria de aplicar una reducción del IBI y de sacar la recogida de basuras de la factura de dicho impuesto. El ciudadano desconoce ahora lo que paga por este servicio al figurar sumado a otros tributos.
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