La esperanza de Javier Otxoa

Por vez primera, Javier Otxoa pudo ayer explicar a los medios de comunicación cómo es el proceso de recuperación que le ocupa desde el pasado 15 de septiembre, cuando un coche segó la vida de su hermano Ricardo y le colocó en un estado de coma del que regresó de forma milagrosa. Escoltado por una salva de aplausos, Otxoa se abrió paso camino de los micrófonos nervioso y titubeante al andar, apoyándose en su hermano Andoni. 'Parece increíble que os acordéis de mí', agradeció el ciclista. Su padre le observaba emocionado: 'Sólo han pasado siete meses desde el accidente, pero a mí me parece toda una vida. Ha mejorado físicamente pero su recuperación psíquica se ha estancado', observó preocupado.

Javier Otxoa está todavía lejos de ser el que fue, aunque su discurso, ayer, fuera optimista. 'Espero poder volver a montar en bici dentro de año y medio', explicó antes de reconocer la dureza de su rutina diaria. Madrugar para acudir a una delegación del centro Aita Menni en Bilbao, realizar el trabajo con el fisioterapeuta, trabajar con un ordenador, tratar con psicólogos, regresar a casa para ejercitarse por la tarde en el garage. Aquí, su hermano Andoni acostumbra a animarle mientras pedalea sobre una bicicleta estática, o mientras fortalece sus músculos con la ayuda de pesas. Hace apenas unos días, ante la presencia de su novia Beli, Javier se concedió un pequeño pero significativo lujo: montó en bicicleta sin salir del garage. Ante los temores de Beli, Javier fabricó una réplica espontánea: '¿Cómo no voy a andar bien si he montado durante 14 años en bici?'.

De hecho, su hermano Andoni asegura que pedalea con más facilidad de la que camina, lastrado por la fractura múltiple de la tibia y peroné de su pierna izquierda que arrastra desde el accidente. En los próximos diez días, Javier dará otro paso enorme en su tortuosa rehabilitación: viajará hasta un lugar apartado para montar en bicicleta, su primer paseo auténtico, su primer nexo de unión sigificativo con su pasado.

El último fin de semana, Javier se desplazó a Ibiza donde fue homenajeado por los ciclistas profesionales españoles. Los que convivieron con él en el pelotón se mostraron sorprendidos por su memoria intacta, por las anécdotas que él mismo refería espontáneamente. Sin embargo, su familia teme que su evolución psicológica se estanque tarde o temprano. 'Ahora mismo está al 70-80% de su capacidad habitual, pero yo no pierdo la esperanza de que un día llegue a ser el mismo de siempre', pide Andoni. En breve, sobre la bicicleta, se parecerá más a sí mismo.