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La Fiscalía abre diligencias sobre la situación de la mezquita de Málaga

El grupo pro taliban ha sido denunciado por ocupación ilegal

La Fiscalía ha abierto diligencias sobre la situación de la mezquita de la calle San Agustín de Málaga, tras la denuncia de ocupación ilegal presentada por la Asociación Islámica de Málaga, propietaria del inmueble. El fiscal jefe de Málaga, Manuel Villén, se solicitado a la Subdelegación del Gobierno la denuncia presentada por Felix Herrero, presidente de la asociación desde el 5 de agosto. El grupo que ocupa el edificio puso la semana pasada en el tablón exterior de la mezquita un manifiesto pro taliban.

El 12 de septiembre el presidente de la Asociación Islámica presentó un escrito en la Subdelegación del Gobierno acusando al grupo liderado por Rafael Maya Amaya, Mustafa, de ocupación ilegal del edificio de la calle San Agustín en el que está ubicada la mezquita. 'El inmueble se encuentra ocupado por una docena de inmigrantes marroquíes y argelinos, y sirve de pensión ilegal, locutorio ilegal y comedor ilegal', decía la denuncia. Tras la publicación de la noticia el 19 de octubre la compañía que tenía instalado el teléfono en la casa cortó la línea. El fiscal jefe de Málaga, Manuel Villén, ha confirmado que ha incoado diligencias sobre la situación de la mezquita, en donde Mustafa y su grupo aparecieron en enero.

Maya ironizó sobre la fecha en la que la asociación puso la denuncia, 'al día siguiente al ataque a las torres gemelas de Nueva York'. Negó que la casa en cuyo salón principal está la mezquita sea una pensión, aunque admitió que 'hay gente que duerme allí y contribuye para los gastos'.

Herrero también denunció que 'en mayo un marroquí que se encontraba de paso en la ciudad denunció a Maya por golpearle con una pistola por comentar que los judíos también tienen derecho a vivir'. El presidente de la asociación añadió que Mustafa estuvo en la cárcel. El interesado lo admite: 'Estuve en la cárcel de Alhaurín ocho años por robo, delincuencia, drogas... pero fue antes de rehabilitarme y convertirme al islam'. Mustafa no se muestra dispuesto a irse de la casa: 'No me iré hasta que no me eche la policía'.

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