Revistas del corazón para muchachos
El nuevo curso ha comenzado hace unas semanas con los restos del debate sobre el interés por la lectura que despertó la sorpresa, incondicional y planetaria, de Harry Potter. Los editores norteamericanos han investigado sobre ello tras el constante triunfo en las listas de best sellers y sobre la buena respuesta que han obtenido allí últimamente los títulos de publicaciones periódicas lanzadas para adolescentes masculinos.
De la misma manera que existen numerosas revistas femeninas, pero no exactamente demasiadas revistas dedicadas a los hombres, hay en España un puñado de publicaciones dedicadas a las adolescentes, pero exactamente ninguna destinada, como publicación general, a los muchachos.
¿Por qué no nace en España una propuesta de revista dirigida a los chicos? La contestación es que predomina aún una idea machista de la virilidad o una virilidad demasiado rancia
En 'Stance', los jóvenes pueden expresarse sobre cosas que les interesan, no coches, música o deportes, sino sentimientos más íntimos que no han tenido la costumbre de comunicar
En Estados Unidos hay casi 250 revistas dedicadas a los chicos y chicas entre los 12 y los 17 años, y más de 20 han sido lanzadas en los dos últimos años. En general, la tónica del mercado parece invitar a un incremento en el número de los títulos, pero viene a ser especialmente entre los chicos donde la potencialidad es más alta, precisamente por la escasa atención que hasta ahora han merecido. Los chicos, norteamericanos o europeos, adquieren publicaciones deportivas, revistas del motor, de informática, de videojuegos, de música, pero tienen poco dónde elegir si desean un medio referido a su condición social o individual más personalizada
Diferentes gamas
En España, en este mercado de jóvenes, se distinguen revistas de gama alta y gama baja. En la gama baja se encuentran dos títulos, como son Bravo y Super Pop, que ofrecen pósteres, hablan de famosos y ponen al día sobre las novedades musicales. En la llamada gama alta, con reportajes más elaborados, se encuentran dos más: Ragazza y You.
El contenido de este último par, propiamente dirigido a tratar los diferentes asuntos que interesan a las muchachas, se compone de asuntos de moda, artículos y cuidados de belleza, cuestiones sexuales, temas como el racismo o el sida y, por supuesto, estilo Cosmopolitan, las relaciones con los chicos: cómo ligarlos, cómo hacer para timarlos, intimidarlos o seducirlos. Ragazza cuenta con un 60% de sus lectoras entre los 14 y los 19 años, y You, con un 71% en esas mismas edades; ambas son mensuales.
Curiosamente, entre los chicos no se encuentra nada parecido a este repertorio de consejos, compañía, cuidados corporales e información intersexual. ¿No les importa a ellos gustar, saber qué piensan de verdad las chicas, qué hacer con su acné, cómo ganar sex appeal o cómo reducir las grasas? Atendiendo a esta demanda masculina, antes contenida y poco satisfecha, fue lanzada recientemente la revista Men's Health, y su triunfo entre adultos ha impulsado en Estados Unidos la primera salida de MH-18 (versión joven de Men's Health) hace menos de un año. El objetivo de MH-18, orientada a lectores entre los 13 y los 18 años, es ofrecer una información relevante sobre cómo mejorar sus vidas. Mejorar sus vidas en la escuela, en los deportes, en la familia y, por supuesto, en la relación con las chicas. ¿Por qué no nace una propuesta similar en España?
La contestación es que, al igual como sucede en el mercado de la cosmética y el cuidado físico masculino, predomina aún una idea machista de la virilidad o una virilidad demasiado rancia. El éxito de la firma Biotherm, por ejemplo, con sus productos de cosmética para el hombre -cremas antiarrugas, anticelulíticas, etcétera- se correspondería aquí con un cambio en las publicaciones a las que guiara una inspiración semejante.
Chico-chica
Afirmándose en esa perspectiva de igualación chico-chica, salió al mercado en la pasada primavera norteamericana Stance, a la que calificaba The Wall Street Journal como un medio oportuno donde los jóvenes pueden oír hablar sobre numerosas cuestiones que les interesan 'y no pueden expresarlas en ninguna otra parte'. No se refería, desde luego, al deporte, los coches o la música, a los que también alude la publicación, sino a sentimientos más íntimos, que los muchachos no han tenido la costumbre de comunicar.
La inclinación a las semejanzas chico-chica es ya, no obstante, fatal. Si de una parte las mujeres -especialmente las francesas- han comenzado a producir, escribir y dirigir películas pornográficas, los hombres han comenzado a ofrecerse 'revistas del corazón' . Hasta hace poco las revistas llamadas 'femeninas' se correspondían en el otro lado con las revistas porno, típicamente masculinas, pero ahora la asimetría se va acabando. La aparición de revistas gay para teenagers es un fenómeno paralelo que se ha registrado ya en Estados Unidos a lo largo de estos meses y con gran éxito. Joey es una publicación trimestral elaborada con la pretensión de facilitar a los homosexuales de la escuela secundaria, o high school, la información precisa para conocer lugares de contacto, sitios de esparcimiento conjunto, planes para excursiones de grupo, etcétera. Joey también, como corresponde a los tiempos, brinda direcciones en la red para todo tipo de necesidades y de deseos propios de la condición sexual. En este sentido, muy en línea, con el auge gay, incluso la edición que atiende a los intereses de los muchachos, se ha anticipado a la oferta para jóvenes lesbianas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.