Un año en clave de humor
Caricaturistas satirizan la vida municipal de Jaén en una singular muestra de chilindrinas
Desde la eterna controversia que rodea la construcción del nuevo teatro de Jaén a la psicosis mundial desatada por el ántrax, pasando por un entrañable recuerdo al desaparecido Gila o la polémica del caso Gescartera. Lo más destacado del último año, con especial incidencia en la vida municipal jiennense, queda plasmado en las caricaturas que, por cuarto año consecutivo, expone la asociación vecinal Arco del Consuelo en la plaza de San Francisco de Jaén, en pleno corazón de la ciudad. Se trata de las populares chilindrinas que hace varias décadas pusiera de moda el periodista jiennense Tomás Moreno Bravo y que ahora, durante un día al año, se convierten en la crítica pública más mordaz que reciben los políticos y personajes locales y nacionales más populares.
'Es una sátira y una manera burlesca de resumir lo más importante del último año', explica Antonio Lozano, el presidente del colectivo vecinal que asume la autoría de los textos que acompañan a las caricaturas del popular dibujante local José Villar Casanova, Vica, que desde hace décadas refleja a diario su fina ironía en la prensa local. Además, la asociación Arco del Consuelo coloca junto a la muestra de chilindrinas otro panel en blanco para que dibujantes aficionados jiennenses den rienda suelta a su imaginación y ejerzan la crítica sin censura alguna.
Todas las caricaturas, confeccionadas en paneles de gran formato, incluyen este año la reivindicación del teatro, cuya construcción permanece estancada desde hace años por el enfrentamiento entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía. Varias chilindrinas se hacen eco de las actuaciones pasadas por agua de Víctor Ullate en el auditorio de La Alameda por inexistencia de un recinto digno cubierto. La concejala de Cultura, Cristina Nestares, es, por tanto, una de las satirizadas, aunque la palma se la lleva su compañero de grupo, el edil de Urbanismo, Miguel Segovia, del que se recuerda su vinculación con los escándalos Bariloche, Somuvisa y las quejas vecinales por el diseño de la plaza de la Constitución. Tampoco se reparan críticas hacia los 700 millones de pesetas desembolsados por el Ayuntamiento para salvar al Real Jaén y se lamenta la desaparición del viejo comercio local Furnieles, que este año cerró sus puertas después de casi un siglo ligado a la vida local. La ministra de Sanidad, Celia Villalobos, satirizada por su inadecuada actuación en la crisis del aceite de orujo y un gran panel en el que se reitera la petición de paz por el incierto rumbo de la situación internacional cierra este año la popular muestra de chilindrinas.
Una feria vibrante
Jaén vivió la festividad de San Lucas, el día grande de una feria situada 'a la altura de los mejores festejos de España y de Andalucía', según afirma su alcalde, Miguel Sánchez de Alcázar. Aunque la feria de día se ha consolidado en los últimos años gracias al trabajo de la dinámica asociación vecinal Arco del Consuelo, el principal foco de atención sigue estando en el ferial de La Vestida. Miles de personas se agolpan de día y de noche en las 102 casetas repartidas por las tres plataformas de un recinto iluminado con 90.000 bombillas. En la llamada zona noble se sitúan las casetas de los principales partidos políticos y estamentos sociales de la ciudad, por donde han desfilado estos días destacados políticos regionales, como los consejeros de Presidencia, Salud y Asuntos Sociales, la vicesecretaria regional del PSOE, María del Mar Moreno, o el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, éste último testigo también de la corrida de toros de ayer en el coso de La Alameda. El Ayuntamiento de Jaén ha gastado 96 millones en esta feria. Buena parte del gasto se ha destinado a las actuaciones musicales, de las que este año han destacado las de Rocío Jurado, José Luis Perales, David Civera y Víctor Manuel y Ana Belén, que actuarán mañana sábado en el auditorio de La Alameda. La lluvia, compañera inseparable de la feria de San Lucas en los últimos años, no se ha dejado ver aún para suerte de los empresarios taurinos y del propio Ayuntamiento, que sigue sin un recinto cubierto digno para las actuaciones musicales.
