'Si algo me apasiona es derrotar a Fraga en las urnas'

Dicen que es un claro representante del nuevo PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero: moderado, explica con calma sus proyectos, no en vano fue durante muchos años profesor en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Santiago.

Pregunta. ¿Qué expectativas tiene para estas elecciones?

Respuesta. Estoy convencido, cada día que pasa más, de que los gallegos saben que estamos ante el final del ciclo político de Manuel Fraga. Se han cometido muchos errores, está la crisis ganadera y pesquera, y ni siquiera sus votantes aprueban que Fraga se presente otra vez. Ha llegado el momento del cambio.

P. Por eso las críticas a Fraga centran la campaña.

R. Es indudable que Fraga ha marcado, para bien y para mal, la política gallega. Este país ha cambiado mucho. Pero Fraga ha sido tan egoísta que se lo ha atribuido todo, desde los romanos. Se olvida de que nada sería posible sin la ayuda de España y, sobre todo, de Europa.

'Es como si se repitiera lo de Franco, con todo el PP colgado de Fraga hasta el final. Es indigno'

P. ¿Qué pasa en Galicia para que un ex ministro franquista, una excepción en la política española de hoy, pueda repetir su mayoría absoluta?

R. Su éxito se basa en dos cosas. Una, mérito suyo, es que ha unido a toda la derecha, que estaba muy dividida. Eso ha dado estabilidad política al país. De otro lado, ha tenido la suerte de vivir la época de modernización de Galicia, y lo ha sabido aprovechar.

P. ¿Y mientras, la oposición?R. Bueno, hay que admitir que el PSOE ha estado dividido, perdido en un laberinto interno. Y surgió el BNG. El PP tiene un bloque sólido, el resto hay que repartirlo.

P. Eso explica el pasado. Pero por qué todavía hay expectativas de que repita la mayoría absoluta?

R. Porque a partir de lo anterior ha creado una enorme red clientelar, de nuevo caciquismo, que es de una potencia decisiva. Ésa es la peor herencia. Ha creado un país que vive del subsidio, del voto a cambio de favores, una sociedad muy sumisa y conformista. Pero ahora ha nacido una Galicia emprendedora, y a eso Fraga no sabe enfrentarse...

P. ¿Le ayudó el hecho de que Galicia sea una de las sociedades más envejecidas del mundo?

R. Sí, claro. El granero del PP está en los pequeños municipios, donde vive la población más envejecida. Son unas 350.000 personas en las que el PP tiene anclada su mayoría absoluta.

P. Y mientras, ustedes han tenido cuatro candidatos en cuatro elecciones.

R. Sí, pero ahora aparecemos como el partido más unido, más cohesionado. En el PP hay una guerra sanguinaria por la sucesión, por el reparto de la herencia, con dossieres y todo. Saben que Fraga se acaba. Ya no es ni mucho menos el que aparece en los carteles, que se parece al de Palomares. El propio BNG debate su futuro, la sucesión de Beiras... Fraga y Beiras son el pasado, el PSOE es la fuerza más estable.

P. Aun así, ustedes siguen teniendo peleas internas. Y el alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, se pronuncia contra los pactos en plenas elecciones.

R. El PSdeG es una fuerza muy compleja. Pero nunca un candidato tuvo tanto apoyo como tengo yo. El nacionalismo hiere la sensibilidad de Vázquez. Yo tampoco creo que un nacionalista pueda presidir un Gobierno gallego. El nacionalismo es una minoría.

P. Que les supera a ustedes en votos.

R. No, el BNG, en un momento de debilidad del PSOE, se aprovechó de sus votos. Pero esto no es el País Vasco, aquí los que se declaran nacionalistas no superan el 10%. Si el Bloque sigue siendo la segunda fuerza, Fraga repetirá su mayoría absoluta. La única posibilidad de cambio pasa por que miles de personas que votaron al PP nos den su apoyo.

P. Pero los indecisos tendrán que saber a qué atenerse.

R. Yo les digo que ha llegado el momento de dar un paso adelante. Perder miedo al miedo. Le ofrecemos un talante nuevo. Fraga asfixia a la oposición, yo contaría con ella. Nunca haré como él: ahogar a los medios de comunicación públicos y manipular a los privados con presiones económicas. Las subvenciones se escapan a cualquier control. Los empresarios deben saber que cuando entran en un despacho no hace falta que entren con un amigo.

P. Pero existe la sensación de que Galicia va bien, ¿por qué es tan difícil vislumbrar la alternativa?

R. Esa sensación se explica así: estamos a 20 puntos de la renta media española, luego somos una zona atrasada. Pero llegan los subsidios, y a la hora de la verdad estamos casi en la media, gracias a la solidaridad de todos los españoles. Pero yo soy muy optimista porque en Galicia está Zara, Zeltia, Pescanova, Citroën, que necesitan que la política deje de ser una rémora.

P. ¿Y qué papel juega en todo esto el BNG?

R. Mantienen un discurso disparatado. Culpan de todo a España y Europa. ¿Cómo rayos van a aspirar a la presidencia? Pero, al margen de eso, lo que está claro es que al PP le toca ir a la oposición. Entre otras cosas porque toda Galicia sabe que Fraga no va a gobernar hasta 2005, que no va a aguantar, y ya busca a su 'Aznar', como dice él. Es terrible pensar eso. Fraga es un candidato fantasma.

P. Pero también todo el mundo sabe que la única alternativa es que ustedes gobiernen con ese BNG a quien critican.

R. Mire, en Santiago, en Lugo, hay alcaldes socialistas con apoyo del BNG, que funcionan correctamente y no pasa nada. Y en España hay otras comunidades gobernadas con pactos que van muy bien. Aznar fue presidente con los votos de Arzalluz. Entonces Fraga se rompía las manos de aplaudir al PNV. ¿Y los votos de Pujol? Es increíble. Yo quiero incorporar al nacionalismo a la gobernabilidad, pero para hacer un proyecto de Galicia que contribuya a España y a Europa.

P. Durante la campaña, cada día, ustedes prometen una serie de proyectos multimillonarios. ¿Cómo pretenden financiarlos?

R. Primero, reduciendo la administración paralela que ha montado Fraga. Eso son unos 40.000 millones sobre un presupuesto de un billón. Además, en Galicia estamos haciendo algo único: estamos poniendo 50.000 millones para que nos hagan unas obras que son competencia exclusiva del Estado. Y además, ¿por qué implantar el déficit cero en una comunidad como Galicia que aún necesita modernizarse? Tenemos que evitar que la gente se vaya de aquí. Vivimos una situación esperpéntica. Cada día se va gente joven. Hasta 140.000 en los últimos 10 años. Y recibimos ancianos que vuelven a su tierra al jubilarse. Tenemos que parar esta sangría.

P. Dadas las encuestas, ¿está usted jugando más bien a colocarse para las próximas elecciones?

R. Hay compañeros que me lo recomiendan. Pero a mí me desespera la política del aguantemos. Me irrita. Si algo me apasiona es derrotar a Fraga en las urnas, a las encuestas que hablan de la inmovilidad y del voto por costumbre. El país no puede más.

P. Algunos dicen, con ironía, que Fraga perderá el poder sólo cuando muera, como Franco.

R. Yo tengo un recuerdo muy nítido de aquella época. Y Fraga más, que era protagonista. Pensar en aquellas imágenes de Franco asistido por una camarilla que le estiró hasta el final. A veces a uno en política el tiempo le juega malas pasadas. Es como si se repitiera lo de Franco, con todo el PP colgado de Fraga para arrancar algo más de poder, hasta el final. Es vergonzante, indigno. El PP tiene que ser capaz de hacer la transición. Y eso hay que hacerlo desde la tranquilidad de la oposición.

P. El PSOE se ha volcado, Guerra, González, y sobre todo Zapatero, que ha venido más que nadie. ¿No es un riesgo si hay fracaso?

R. Las elecciones son en clave gallega. Lo han sido siempre. Los ciudadanos saben distinguir muy claramente. Sería falso plantearse una lectura en clave de primarias. Aunque sí es cierto que serán un termómetro del desgaste del PP y del crecimiento del nuevo PSOE.