_
_
_
_
Crónica:FERIA DE JAÉN | LA LIDIA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Cogida preocupante

El sexto novillo era, por hechuras, un toro y, por comportamiento, un manso que no admitió un capote ni consintió en acercarse al caballo. Alfredo González, Niño de Arrayanes, un subalterno linarense, logró prenderlo en la capa y bregó valientemente toreando hacia atrás de cerca hasta que el manso lo alcanzó zarandeándolo estremecedoramente, como un pelele, haciendo por él varias veces y llegándole a arrancar el hombro de la chaquetilla. En la enfermería se le apreció un traumatismo dorso-lumbar que le privaba de sensibilidad y movilidad en las extremidades superiores e inferiores. Fue trasladado al hospital Ciudad de Jaén para realizarle un estudio radiológico y neurológico que determine el alcance de la lesión. Hasta aquí, la parte humana, puesto que en la animal, el manso siguió siendo protagonista: se pegó al caballo durante 16 minutos, sin que hubiera forma de alejarlo, ni siquiera mediante el coleo efectuado por dos toreros agarrados al rabo; se separó cuatro veces y volvió a entrar otras tantas, hasta que le taparon la cabeza y el picador pudo abandonar el ruedo por la puerta de emergencia. Banderilleado a la buena de Dios, le correspondía el regalo al Sombrerero, novillero novel que se enfrentó a un animal aculado en tablas y con peligro cierto. Entró tres veces a matar con regular fortuna antes de dejar media caída y 14 golpes de verduguillo. La presidencia le envió un aviso que fue duramente protestado por el público. Un manso con genio puede llegar a dar estos sustos.

Ponce / Cortés, Guzmán, Sombrerero

Novillos de Enrique Ponce, cuajados y con problemas. Antón Cortés: ovación y saludos; ovación y saludos. Alberto Guzmán: ovación y saludos; vuelta con protestas. Manuel Ocaña, El Sombrero: ovación y saludos; ovación y saludos. Plaza de Jaén, 15 de octubre. 2ª de abono. Un tercio de entrada.

Del Sombrerero, precisamente, fueron las verónicas más lentas y templadas de la tarde, así como una media ceñida que instrumentó al tercero, con la mala suerte de que el animal, tras una vuelta de campana, se quedó seriamente tocado.

Antón Cortés estuvo falto de ambición en el cuarto y no pudo con el primero, mientras que Alberto Guzmán se empleó con valor en el quinto excediéndose en el tiempo y siendo avisado en dos ocasiones.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_