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Los depósitos descuentan tipos más bajos

Las nuevas ofertas de altas rentabilidades son ahora muy limitadas en importes y plazos

Los ahorradores han vuelto a colocar su dinero en depósitos a la espera de que los mercados bursátiles y de renta fija frenen su elevadísima volatilidad. Las entidades que operan a través de Internet siguen ofreciendo las mejores rentabilidades. Eso sí, estos bancos han abandonado los tipos subvencionados y ya es prácticamente imposible conseguir una cuenta corriente que ofrezca una rentabilidad del 5%.

La bajada de tipos por parte de los bancos centrales y el fin de su etapa promocional ha rebajado significativamente la ganancia que ofrecían estas cuentas corrientes. Actualmente, se producen ofertas muy interesantes pero que se encuentran muy limitadas en su cuantía y en el plazo en que esos productos ofrecen rentabilidad. Así, en los tipos más altos sólo se permite invertir como máximo un millón de pesetas y se establece un periodo corto de duración que puede llegar como máximo al mes.

Los depósitos a plazos muy cortos rentan más que los de a uno o dos años y son ideales para los que desean volver a invertir en el mercado

Pero el fenómeno más relevante en los depósitos es que los tipos de interés a muy corto plazo son más altos si el inversor compromete su dinero a un periodo de tiempo mayor. Por ejemplo, el Uno-e llega a ofrecer el 4,5% TAE (Tasa Anual Equivalente) en el plazo de una semana, rentabilidad que se reduce hasta el 3,75% para un año.

Esta situación tiene su explicación en que para plazos de un año o dos años se está descontando un escenario de tipos más bajos que los actuales. Así, en los mercados donde se negocian activos de renta fija a corto plazo el interés de los ahorradores por conseguir una rentabilidad mayor a un plazo de tiempo superior ha provocado esta caída de sus tipos.

Como en cualquier otra actividad inversora se trada de realizar una apuesta. Los ahorradores que piensan que los tipos pueden repuntar estarán más cómodos en depósitos a un semana o un mes, mientras que aquellos que consideran que se producirán nuevas bajadas de tipos entran en plazos más largos (uno o dos años) para garantizarse una rentabilidad mayor. Eso sí, aquellos que utilicen estos productos como un refugio para volver a los mercados en tiempos mejores deberán decantarse por los plazos más cortos.

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