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Atacada una librería que perteneció a la familia de un 'ertzaina'

La violencia callejera se cebó el miércoles por la noche con la librería-papelería Amaya, situada en el número 11 de la avenida de Madrid de San Sebastián. Sobre las 23.45, un grupo de radicales rompió el cristal del establecimiento y arrojó líquido inflamable en su interior, al que prendió fuego. Las paredes quedaron ennegrecidas y las persianas, inservibles. Amaya Martínez, propietaria del establecimiento, calcula que ha perdido unos tres millones de pesetas en género: revistas, cuadernos, libros, bolígrafos y otros materiales de oficina.

Pero ayer se negó a quedarse en casa. 'Por lo menos', se dijo, 'voy a vender periódicos' y limpió por la noche el local para abrirlo al público. Esta mujer regenta la librería desde el pasado 1 de agosto. El establecimiento perteneció con anterioridad a familiares de un ertzaina. Intentando aclarar lo irracional apunta: 'Ésta es la única explicación, porque lo demás no tiene ningún sentido'.

El ataque le ha caído como un jarro de agua fría. 'El cuerpo se te queda muy mal'. Pero sonríe y añade: 'Habrá que seguir adelante'. Mientras, sus clientes preguntan por lo ocurrido e incluso la orientan. 'Tendrá que pedir consejo a los de Lagun, que tienen experiencia en eso', en referebncia a la librería donostiarra atacada varias veces por los proetarras.

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