La cara oculta de Picasso y Dalí
El Palau de les Arts de Altea muestra obras de pequeño formato procedentes de 13 colecciones privadas distintas
Algunas de las piezas menos conocidas, como un retrato de Pablo Picasso hecho por Salvador Dalí, o cerámicas creadas por el mismo Picasso, se pueden contemplar en la muestra Gabinete de dibujos y otras piezas de colección, 1800-1950, que hasta el 17 de noviembre está instalada en el Palau de les Arts de Altea (Marina Baixa).
La exposición muestra un total de 72 piezas procedentes de 13 colecciones privadas distintas de Santander, Madrid y Valencia. 'Son obras de arte poco conocidas, alguna de ellas se exponen por primera vez y todas tienen un gran interés para estudiosos y coleccionistas', destaca Ximo Romà, director del Palau de les Arts, quien considera que ha sido 'una fortuna' poder contar con la colaboración de estos coleccionistas para poder completar esta muestra que califica de 'única e irrepetible', debido a la gran variedad de piezas, algunas de ellas inéditas.
La exposición quiere 'mostrar el carácter yuxtapuesto y metamorfoseante que la obra artística adquiere a las puertas de las vanguardias, y en la genésis de la modernidad', puntualiza el comisario de la exposición, Joaquín Díaz Caneja. De esta manera se ordenan las obras cronológicamente, destacando la experimentalidad que caracterizó esta época de vanguardias y nuevas tendencias.
La elección, en su mayoría de dibujos en pequeño formato, introduce una reivindicación del coleccionismo que tiene más arraigo en Francia o Alemania que en España, por este motivo ha sido difícil reunir tantas obras de arte. La exposición se inicia con dos grabados de vistas de Valencia y Alicante que muestran la maestría de los buriles y el dominio del dibujo y de las técnicas de reproducción que se alcanzó en el siglo XIX.
A continuación se observa una tinta de la escuela italiana neoclásica, una pintura al óleo que es un bodegón de frutas de José Madrazo junto a un dibujo de academia de su hijo, Federico Madrazo, y dos pequeños cuadros de escenas costumbristas de Víctor Patricio Landaluze, autor de la escuela cubana.
La muestra incluye tres dibujos de Fortuny: un excelente desnudo de academia de su etapa en Roma, uno a lápiz de escena palaciega y una plumilla que representa a Cecilia de Madrazo; todos ellos revelan la calidad de la obra de este autor.
En el recorrido también destacan un retrato a tinta china de Casanova y Estorach; Toros en sanguina de Lucas Villamil; una acuarela de Louis Desmares, al estilo de la escuela francesa decimonónica; una ilustración a lápiz de los cuadernos de viajes por España de Gustave Doré, que representa un valenciano de perfil; y una aguada con tratamiento descriptivo de trajes de época de Baldomero Galofre.
La escuela valenciana del siglo XIX está representada por tres obras de Joaquín Sorolla, un óleo miniaturista de Vicente March y un dibujo académico de Manuel Benedito. A la época modernista corresponden dos retratos de Picasso; La Orgía, obra de Evaristo Valle, y un óleo de escena costumbrista a la manera del realismo de finales del XIX de Joaquín Agrasot.
La exposición, en la que colaboran la Diputación de Alicante, la Universidad Miguel Hernández, la Fundación Schlotter, el Ayuntamiento de Altea y Caixaltea, finaliza con obras de la primera mitad del XX, como son un paisaje descriptivo de Pilar Hernández y tres apuntes de Pierre Bonnard.
Y para concluir el recorrido por esta exposición algunas joyas: como las pequeñas cerámicas del polifacético Pablo Picasso, decoradas por él mismo, y un bronce de Manolo Hugué. Una oportunidad única para conocer de primera mano la cara oculta de las pequeñas obras de arte del siglo XIX y XX.
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