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La esposa del supuesto asesino de una joven le acusa de matar a otras dos

La declaración reabre el 'caso Susana Ruiz'

, la joven de 16 años cuyo cadáver fue hallado en un descampado de Vicálvaro en 1993. Y sumó un nombre más a las presuntas víctimas de su esposo y su compinche: Rosana Maroto, de 21 años, desaparecida en Valdepeñas (Ciudad Real) el 25 de junio de 1998.

Ángela Martínez afirmó ante el juez que, en diferentes visitas a la cárcel de Valdemoro -donde permanece internado Ángel Antonio B. desde su detención, en junio de 2000, acusado de la muerte de Beatriz Agredano-, su esposo le confesó haber matado a las tres chicas. 'De lo de Beatriz me enteré el 18 de julio de 1999, y lo de Susana me lo contó en noviembre del año 2000; mi marido me lo confesó porque confiaba en mí, pero hay que hacer justicia y yo se lo he dicho todo a la policía y al juez', explicó.

Martínez relató que su esposo le había contado cómo él y un amigo abordaron supuestamente a Susana Ruiz en un descampado de Vicálvaro en 1993, 'le hicieron de todo', la mataron y la enterraron entre los escombros. Según la versión de Martínez, antes de confesarle el asesinato de Susana, su marido le había relatado su participación en la muerte de Beatriz Agredano, de 21 años, cuyo cadáver con la cabeza destrozada y el sujetador y la camiseta anudados al cuello fue hallado el 28 de noviembre de 1996 en el cerro Almodóvar, a apenas 800 metros de la estación de tren de cercanías de Vicálvaro, distrito en el que residía la joven. Ángel Antonio B. y su cómplice, Antonio S. L., fueron detenidos casi cuatro años después gracias a una llamada anónima que puso a los agentes tras su pista.

'Yo hice la llamada que permitió a la policía detener a mi marido', aseveró ayer Ángela Martínez. Pero sus acusaciones no se quedaron ahí. De acuerdo con las supuestas confesiones de su esposo, él y su amigo también habrían abordado a la joven Rosana Maroto cuando ésta paseaba en bicicleta, el 25 de junio de 1998, por una zona despoblada de Valdepeñas, en Ciudad Real. Nada se ha sabido de Rosana desde su desaparición. Pocos días después fueron encontradas la bicicleta y una mochila en la que había ropas de la joven y una piedra de 10 kilos. Fuerzas especiales de la policía rastrearon en junio del año pasado varios pozos en una finca de Moral de Calatrava, a 12 kilómetros de Valdepeñas, en busca del cadáver de la joven, pero la búsqueda fue infructuosa.

Las declaraciones de Martínez propiciaron, el pasado 24 de septiembre, la reapertura, por cuarta vez, del caso de la muerte de Susana Ruiz, después de que el Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid dedujese el testimonio prestado el 7 de noviembre de 2000 por Ángela Martínez y en el que ésta acusaba a su marido de haber asesinado tanto a la adolescente como a Beatriz Agredano. Hermenegildo Pérez Bolaños, abogado de la familia de Susana Ruiz, señaló que las diligencias practicadas ayer 'deberán ser valoradas por el instructor del caso, que tendrá que resolver lo que considere conveniente'. Pérez Bolaños recordó que Ángel Antonio B. 'negó todo' en su declaración ante el juez el pasado 24 de septiembre. Por su parte, el padre de Susana Ruiz dijo sentirse satisfecho con las declaraciones de Ángela Martínez: 'Llevamos ocho años y medio luchando por que se esclarezca el crimen de Susana, y seguiremos luchando hasta que sepamos qué pasó con mi hija', afirmó.

Ocho años de preguntas

Cuatro reaperturas del caso, dos autopsias, varios informes forenses contradictorios, un testigo mentiroso y el diario de un cabeza rapada que acusaba de la muerte de Susana Ruiz a miembros de la organización ultra Bases Autónomas. Son algunos de los episodios reflejados en el sumario del caso abierto para esclarecer la muerte de la joven de 16 años cuyo cadáver semidesnudo fue hallado en un descampado de Vicálvaro el 25 de febrero de 1993. Susana fue vista con vida por última vez 47 días antes, el 9 de enero, en una fiesta que se celebró en un caserón abandonado situado entre Vicálvaro y Coslada. Y ahí se acaban las certezas. Tres de los forenses que analizaron los restos de Susana aseguraron que la adolescente murió a causa de una dolencia cardiaca que padecía y que se agravó por la ingesta de alcohol durante la fiesta. Sin embargo, un forense contratado por la familia opina que la muerte se debió a un golpe en la cabeza, y que Susana fue agredida sexualmente.

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