El Zaragoza logra en el minuto 92 su primer triunfo local

Era un partido importante. Importante para los dos equipos, pero especialmente para la Real, sumida en una crisis de juego y resultados que ayer estuvo a punto de olvidar. Un sablazo de Vellisca en el descuento le rompió la ilusión y obtuvo para el Zaragoza el primer triunfo de la temporada en La Romareda.

En el primer cuarto de hora la Real llegó a practicar buen fútbol. El balón fue exclusivamente suyo. A los seis minutos De Paula peinó muy bien un balón largo y plantó sólo a Tayfun delante de Lainez, pero su tiro raso se estrelló en el cuerpo del guardamenta. El Zaragoza corría detrás del balón, no sabía como parar la avalancha de su rival y únicamente respiraba a base de pelotazos a Yordi, su infatigable referencia en ataque. El buen hacer de la Real se vio recompensado con el gol de Tayfun que, junto a López Rekarte, se inventó una jugada en la banda derecha y remató a la media vuelta adelantando a su equipo. Un golazo que trajo consigo una irónica ovación del publico zaragozano. Pero como les suele ocurrir a los equipos que se encuentran en la zona baja de la tabla, el gol le produjo un efecto anestésico.

El buen juego que había practicado hasta entonces se convirtió en despejes y nervios. Y, claro, el Zaragoza se aprovechó de ello, pese a que tampoco exhibió un alarde de recursos técnicos. Tuvo que ser Marcos Vales, que no era titular desde principio de año, quien empatase el partido. Tras realizar una buena diagonal desde la banda derecha marcó de tiro cruzado y metió en un mar de dudas al ya de por sí dubitativo equipo donostiarra. El Zaragoza vio que apretando un poco las tuercas era capaz de doblegar a su rival. Empezó a carburar, poco a poco, y fue utilizando las bandas, un recurso poco explotado hasta entonces. Por allí, Vellisca mostró su mejor arma, el pundonor, y contagió a sus compañeros. Todas las jugadas tenían como destino a Yordi, que pudo adelantar a los maños en un par de cabezazos. La Real reculó tanto que acabó casi encerrada en su área. Fue el final de su sueño de triunfo, vagamanete reanimado por el empate virtual de Gabilondo.