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Crónica:FÚTBOL | Sexta jornada de Primera División
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Alavés fue menos ineficaz

Igualado partido en Mendizorroza, donde el Málaga no supo reaccionar

Un error evitable. Un penalti. Un gol. El Alavés se llevó el partido de Mendizorroza por un solo detalle, pequeño pero válido por todo un partido. Pudo hacerlo gracias a otros. Oportunidades le sobraron. También al Málaga. Pero les faltó pegada en un choque abierto, jugado cara a cara y sin racanerías. Hubo buen fútbol, aunque podado por la falta de gol.Pudo comprobarse cómo los dos equipos están bien trabajados. Tienen las ideas claras, un avance que con la temporada tan reciente tiene más importancia que otras cualidades. Su ventaja radica en que Mané y Peiró están más que asentados en Vitoria y Málaga. El entrenador del Alavés ha mejorado este año la seguridad defensiva. De eso no hay duda. Pero ha pagado un peaje. Ya no es tan alegre. Tiene menos recursos (Jordi ha estado dos semanas lesionado) y pegada. Tal vez sea porque aún es octubre. Por ahora, trata de suplirlo con fe o ímpetu.

ALAVÉS 1| MÁLAGA 0

Alavés: Kike; Geli, Karmona, Téllez, Llorens; Mara (Turiel, m. 72), Astudillo, Pablo, Ibon Begoña (Witschge, m. 57); Vucko (Rubén Navarro, m. 58) e Iván Alonso. Málaga: Contreras; Rojas, Litos, Fernando Sanz, Iznata; Gerardo (Sandro, m. 76), Romero (Canabal, m. 61), Miguel Ángel, Musampa (Edgar, m. 81); Zárate; y Dely Valdés. Gol: 1-0. M. 54. Llorens transforma con un zurdazo potente un penalti cometido por Iznata sobre Vucko. Árbitro: Rodríguez Santiago. Amonestó a Ibon Begoña, Vucko, Witschge y Geli, del Alavés, y Rojas y Miguel Ángel del Málaga. Media entrada. 12.344 espectadores, según cifras oficiales, acudieron a Mendizorroza. Estuvieron presentes en la grada los ex alavesistas Javi Moreno y Contra, ambos ahora en el Milan.

El Alavés salió desbocado al partido. En cinco minutos tuvo tres claras oportunidades. Los jugadores del Málaga, desconcertados, no reaccionaron hasta que Peiró les enmendó desde el banquillo. Cometieron la torpeza de dar metros al Alavés. Cuando el centro del campo se adelantó, el Málaga equilibró el partido. Equilibrio no significó en este caso anulación mutua. El choque no perdió el pulso. El balón no se jugó en el centro del campo, sino en los tres cuartos. En los de uno y de otro equipo. Sólo faltaba el último pase, pero nunca llegaba.

El Málaga tenía a Zárate enredando entre los defensas, con movilidad pero sin pegada. Ésta debería corresponder a Dely Valdés, pero el delantero ha empezado la temporada con el pie cambiado. Tiene poca presencia, y cuando le llega la oportunidad se empeña en estrellar el balón contra el portero.

A Mané tampoco le gustaba la situación, así que reorganizó a su disciplinada tropa. Retocó la media punta, al cambiar de banda al rumano Mara y retrasar levemente a Vucko, aquel croata que convertía en caviar las migajas en forma de minutos que recibía en la UEFA el año pasado.

Con el maquillaje sobre la marcha, el Alavés tuvo más capacidad punzante, pero igual de efectiva. Escasísima.

El marcador sólo pudo moverse como suele en estos casos. Por una tontería. Por una falta mal calculada de Iznata, un delantero habilidoso, Vucko, y un penalti que obligó a cambiar los papeles. El Alavés reculó unos pasos y volvió a ejercitar su vieja y fructuosa táctica del contragolpe (ahora menos incisiva). El Málaga sacó todo su espíritu ofensivo, aunque más alocado que eficaz. Dely Valdés encontró nuevos motivos para desesperarse. Disparó dos veces contra Kike. Sigue sin estrenarse esta temporada. El Alavés vio que no tiene, al menos todavía, el desenfado de antaño en la contra. Pero le basta. Mientras siga sumando, no se preocupa.

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