Velocidad al alcance del mando

LOS ANUNCIOS EN TELEVISIÓN de vehículos a motor están a punto de dar un cambio desde que los fabricantes más prestigiosos han dado carta blanca a los creativos publicitarios, lo que les permitirá, incluso, dejar hecho trizas un modelo de ensueño de varios millones de pesetas ante la atónita mirada del espectador. Todo valdrá con tal de vender más unidades. Pero los 15 millones de unidades vendidas que ha conseguido la serie Gran Turismo para Play Station desde 1997 no han sido suficientes para que esos mismos fabricantes de coches permitan al genial Kazunori Yamauchi hacer ni un rasguño a sus modelos virtuales si éste quería mostrarlos con la marca original. Y es una lástima, porque con un sistema de daños y colisiones Gran Turismo 3 sería una muestra de la excelencia que puede conseguir un videojuego si se pone en manos de profesionales con tiempo y dinero.

La nueva versión de este clásico juego de conducción da su particular salto hacia la nueva plataforma de Sony gracias al cual ésta por fin empieza a mostrar su verdadero potencial, totalmente impresionante, y con el que multiplicará en pocos meses su parque de unidades vendidas. En esencia Gran Turismo 3 sigue ofreciendo lo mismo: reproducir la experiencia de conducir un vehículo a toda velocidad de la forma más fiel posible, y a fe que lo consigue. Un total de 183 coches están a disposición del jugador, con un nivel de detalle que supera todo lo visto en ordenadores y consolas, fruto de una cantidad de polígonos para dibujarlos que triplica la versión anterior. Efectos como el rebote de la luz en las carrocerías que ocasiona el reflejo del entorno o el destello producido por los faros fluyen en cada fotograma sin mermar la velocidad de ejecución.

El juego está dividido en dos partes, casi como dos juegos en uno. El modo Arcade invita a la carrera por diversión, instantánea, a la competición contra otras personas pasando por alto las reacciones físicas y fuerzas que gobernarían el comportamiento del coche en una situación real.

En el modo Gran Turismo, el jugador se convierte en un famoso piloto de carreras. Ahí deberá demostrar su pericia en las curvas y enfrentarse contra pilotos controlados por la máquina para conseguir las primeras posiciones, ganar dinero y convencer a los patrocinadores de que lo apoyen para subir de categoría. De esta forma podrá adquirir vehículos nuevos con los que configurará su garaje particular y con los que podrá competir en carreras internacionales hasta llegar a la cima. Todo ello espaciado en el tiempo al poder guardar los progresos en la tarjeta de memoria.