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Detenido el conductor de un autobús escolar que iba ebrio y sin carné

El autocar tenía la luna delantera rota y una rueda en mal estado

Antonio Jiménez Barca

La Policía Municipal detuvo el pasado lunes a N. C., ucranio de 39 años, por circular ebrio al volante de un autobús escolar. En las puertas del colegio Mater Salvatoris, en Aravaca, y antes de ponerse en marcha el vehículo con los niños ya dentro, los agentes, tras interrogar al detenido, notaron en él signos de adormecimiento y percibieron que desprendía un fuerte olor a alcohol. Además, el hombre carecía de carné de conducir. El autocar tenía la luna delantera rajada y una rueda en mal estado.

La detención se produjo a las cuatro y media de la tarde. Según fuentes policiales, los niños acababan de salir del colegio y ya estaban subidos al autocar, que tenía el motor arrancado. Fue entonces cuando los agentes se dirigieron al conductor. Tras sospechar que circulaba ebrio, le practicaron la prueba de la alcoholemia. Dio positivo. Solicitaron entonces a N. C. su permiso de conducir. El conductor presentó una licencia soviética sin valor en España. Además, carecía de permiso de residencia y de trabajo.

La policía también se percató de que el autocar presentaba la luna delantera rota, hecho considerado 'peligroso' por los agentes, y la rueda derecha trasera en mal estado. Por último, el vehículo carecía de las luces reglamentarias para circular por la noche. El autobús fue retenido y el conductor conducido a la comisaría de Vallecas.

El servicio de transporte de niños del colegio Mater Salvatoris está en manos de la empresa Autocares Cabrera. Un empleado de esta empresa precisó ayer, sin embargo, que el servicio denunciado por la policía no lo llevó a cabo Cabrera, sino una subcontrata. 'Pedimos colaboración ese día a la empresa Pedro Muñoz Chavente porque uno de nuestros vehículos estaba averiado', manifestó este empleado.

Muñoz Chavente, en declaraciones a Radio Nacional, aseguró que el autocar contaba con todos los permisos pertinentes. 'Yo quiero aclarar que el vehículo está perfectamente en regla y en condiciones, con la ITV pasada, con las ruedas en regla', aseveró.

'Una caña de vino'

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El propietario de la empresa subcontratada añadió que el conductor, que carecía de permiso de residencia y de trabajo, no estaba contratado porque le estaba enseñando, ante la imposibilidad de contratar a otros conductores por las exigencias que le plantean. Respecto a la ebriedad del conductor, agregó: 'A lo mejor es que el hombre, si había comido a las tres de la tarde, tomó una caña de vino. Yo no lo sé'.

Jorge Reyes, presidente de la asociación de padres de alumnos del colegio Mater Salvatoris, calificó el hecho de 'extraordinario por excepcional'. 'Cabrera lleva muchos años trabajando con este colegio y nunca se había producido ningún problema. Al colegio llegan, cada día, más de 30 autocares de esta empresa, y siempre hay un inspector de Cabrera para verificar el estado de los vehículos y de los conductores. En este caso, me parece que se ha adelantado la policía', afirmó. Con todo, el presidente de la asociación de padres aguardará a tener en su mano 'el parte policial' para 'estudiar con detenimiento el asunto y denunciar a quien se tenga que denunciar'. El hecho 'es muy grave', dijo, 'porque nada importa más a los padres que la seguridad de sus hijos'.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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