Final incoloro e insípido
Algemesí cerró su feria sin color ni sabor. No hubo triunfo ni triunfalismo; ni chicha ni limoná. Ni los pedrajas de Guardiola ni los novilleros, ni el rejoneador, estuvieron finos. Nadie les niega la voluntad a los lidiadores, pero tanto éstos como los novillos parecieron ponerse de acuerdo para cerrar el abono con el festejo más tedioso de la semana.
De los cinco novillos de María Luisa Domínguez el primero fue una máquina de embestir en la muleta, aunque por el contrario fue el que cantó la gallina de forma más descarada en varas: un verdadero manso en el primer tercio. El resto, ni fu ni fa. Muy medidos de fuerza, desarrollaron una sosería recalcitrante.
Con la máquina de embestir que fue el primero, Cortés se aceleró en una faena de muchos pases y despegadillo. Con el parado que hizo tercero, robó los pases uno a uno por la escasa fuerza del novillo. Con la espada mal.
Javier Valverde se diluyó en sus dos novillos. Borroso en su primero, puso mucho de su parte en el que cerró plaza, muy protestado por estar prácticamente inválido. Esforzado y voluntarioso, muleteó con escaso lucimiento.
Tampoco aportó grandes hazañas Andy Cartagena. Se dejó tropezar mucho las cabalgaduras, no estuvo tan espectacular como otras veces y cumplió discretamente su compromiso.
