Fallece Rogelio Rivel, payaso y maestro del arte del circo

No era tan conocido como su hermano mayor, el famoso Charlie Rivel, pero en Cataluña ha dejado una huella imborrable entre los profesionales del circo, un arte que él contribuyó a actualizar creando una importante estela de discípulos que, en muchos casos, han sido los responsables de la significativa renovación del arte circense en Cataluña. Se llamaba Roger Andreu, aunque era más conocido como Rogelio Rivel y falleció el pasado viernes en Barcelona a consecuencia de una parada cardiaca. La ceremonia de despedida del artista se celebró ayer por la mañana en el tanatorio de Sabcgi de Ávila de Barcelona.

Nacido en Roubaix, Francia, un 17 de diciembre de 1909, Rogelio Rivel era el pequeño de seis hermanos, la mayoría de los cuales se dedicaron al arte circense, la profesión de sus padres, auténticas figuras en esta especialidad. Aprendió el arte del circo de la mano de su padre, Pere Andreu, y de su famoso hermano mayor, Josep Andreu (Charlie Rivel). A mediados de la década de 1950 comenzó su andadura profesional con el trío de payasos y acróbatas que formaba con sus hermanos René y Celito. Rogelio estaba educado en la tradición multidisciplinar del circo de principios de siglo y dominaba numerosas especialidades al tiempo que tenía también grandes aptitudes para la música. Los tres hermanos Rivel obtuvieron un notable éxito durante varias décadas en las pistas de circo europeas y asiáticas.

Maestro

Retirado de las pistas, Rogelio Rivel se centró en los últimos veinte años en la docencia impartiendo sus conocimientos sobre el medio y su experiencia en artes como el trapecio, la acropacia, el equilibrio, o de payaso en escuelas como Área, escuela de danza, circo y trapecio, en la Peña Cultural de Barcelona y en la Escuela de Actores de Barcelona. En 1997 dejó definitivamente la docencia si bien su relación con el mundo del circo siguió viva a través de múltiples homenajes. La escuela de circo de Nou Barris, fundada por algunos de sus alumnos, lleva, precisamente, su nombre a modo de reconocimiento. Entre otros muchos, han pasado por sus clases artistas como Ramón Caroli, Tortell Poltrone, Elsa Moreno o los acróbatas del grupo Los Galindos.

Ramón Caroli, en declaraciones a Efe, señaló que Rivel 'ha sido una de las pocas personas que ha apostado por la gente joven dentro del mundo del circo', ya que transmitió a las nuevas generaciones todas las técnicas del circo clásico, que supo flexibilizar y adaptar a los nuevos tiempos.

Entre otros reconicimientos, Rogelio Rivel recibió en 1993 el Premio Nacional de Circo del Ministerio de Cultura y en 1996 el Premio de honor Sebastià Gash del FAD.