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LA CRÓNICA
Columna
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El Sur

- El modelo italiano. Cenorrio de presentación de la Associació dels Sards a Espanya. Una asociación de señores y señoras que viven lejos del país de su mamá y montan una asociación para recordar a mamá. Eso invita a pensar que en el mundo hay muchas banderas, pero que en el fondo todas podrían ser sustituidas por el delantal de mamá. La cosa está sufragada por la Regione Autonoma della Sardegna, que, aprovechando la celebración de las festividades en honor de N. S. de la Mercè, ha destacado a la zona de combate un comando de élite integrado por el consejero de Agricultura, el consejero de Trabajo, varios diputados autónomos, empresarios, ideólogos sardos y el grupo de danzas sardas Siurgus Donigala, y ha organizado unas jornadas culturales y un chiringuito en la plaza de Catalunya con productos agroalimentarios sardos. Cerdeña es la extensión europea más grande de terrenos dedicados al cultivo biológico. Los productos sin aditivos son simpáticos, si bien no puedo dejar de pensar que un liguero es fundamentalmente, guau, un aditivo. Y lo del cenorrio. Lo del cenorrio es en Il Rifugio -París, 209-, un restaurante interesante regentado por un sardo y una piamontesa que tendría que estar repleto de autoridades a las 9.00 p. m. Son las 10.00 y aún no ha venido nadie, lo cual puede ser algo propio de unas autoridades del Sur que no disimulan que son el Sur, lo cual a su vez me lleva a pensar que las autoridades autónomas de por aquí abajo -otro Sur- quizá viajan al extranjero en parte para disimular que son el Sur. O al menos eso se desprende de una parábola protagonizada por Fraga, que le explico en el párrafo según se baja a la derecha.

Las fiestas de la Mercè fueron el marco para presentar la Associació de Sards a Espanya

- Estados de ánimo de los estados de las autonomías. Parábola: Yahvé creó a Fraga, aunque en su infinita sabiduría también creó a Xose Hermida, reportero dicharachero que me explicó esta historia. Historia: el presi de Galicia se fue de viaje oficial a Libia. Visitó toda Libia hasta que pasó lo inevitable. Lo inevitable: se quedó sin programa. Lo normal hubiera sido aprovechar ese hueco en la agenda para a) dormir la siesta, b) practicar el duching o c) -hablamos de Fraga- evangelizar Libia. Pero Fraga optó por la opción z): pasó la tarde con cara de De Gaulle cabreado, caminando a paso ligero y en círculos por el hall del hotel, ante los periodistas, de lo que se deduce que un viaje oficial de un ideólogo autónomo peninsular al extranjero consiste tal vez en caminar en círculos ante los periodistas de tu país. Ni idea.

- El delantal de mamá. Vaya. Llegan los invitados y las autoridades. Los caballeros van vestidos con traje Pla/Sciascia, las señoras de cenorrio de matrimonios y los del grupo folclórico de grupo folclórico Agro-Queens. El personal habla en las tres lenguas de la isla -se oye italiano a gogó, un poco de catalán y un pelo de sardo- y con las manos. Italia y la Península mantienen una historia de amor sostenida desde, al menos, el siglo XIV. En Cerdeña -y no sólo en Cerdeña- esta mutua simpatía además se razona en términos de vinculación histórica. Raffaele Melis, presi de la Associació dels Sards, un señor simpático, con ese saber estar natural de muchos italianos, me resume esa mitificación con la frase 'un dia o s'atra torraus a Spanya ', alocución sarda que pronunciaba su abuelo cada vez que se cruzaba con el Estado italiano. Pere Lluís Alvau, responsable municipal del catalán en L'Alguer, me pone al día de las últimas tendencias en L'Alguer. Un ideólogo ha encontrado una carta de Ferran I en la que se utiliza el término ciutat. La carta es de 1501, con lo que ha propuesto en un artículo celebrar este año el quinto centenario de la ciudad de L'Alguer. Pero otra lumbrera ha encontrado otra carta posterior, del mismo rey, en la que alude a L'Alguer como vila, por lo que ha hecho otro artículo proponiendo que dentro de cuatro años se celebre el quinto centenario de la reconversión de la ciudad en villa. Las mixed emotions provocadas por la polémica son de Fòrum 2004 en pequeñito. Es decir, de Fòrum 2004. Nos pimplamos varias botellas de Cagnulari -un descubrimiento, un vino con cuerpo, en plan Parker; pruébenlo, un señor lo distribuye en Barcelona-. El señor Melis me presenta la comida de su país/del país de su mamá. Me harto de malloretus, una pasta sarda bien calculada. En ese trance, hablo con las autoridades de centro derecha sardas de temas candentes como a) el jamón de Jabugo, b) el Barça y c) la Nasa, alias de un señor de L'Alguer que tenía varias mujeres y que, aun así, hizo campaña por el no en el referéndum para el divorcio. Suben a nuestro piso los chicos y chicas de los coros y danzas. Las autoridades cantan. En un intermedio me presentan a la periodista sarda destacada al unplugged y nos hacen sentar juntos. Si fuera española, glups, tendría un programa de televisión propio. La cena se acaba. Me lo he pasado pipa. Supongo que esta cena con autoridades del Sur es como una cena de nuestras autoridades cuando van a Libia, pero sin disimularlo. Dentro de pocas semanas, por cierto, nos viene el presi de Cerdeña de bolos. Igual discute con Pujol qué parte de Afganistán nos toca mientras los periodistas les miramos.

Productos regionales en la cena de presentación de la Associació dels Sards a Espanya.
Productos regionales en la cena de presentación de la Associació dels Sards a Espanya.ARDUINO VANNUCCHI
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