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Reportaje:

Los frutos de la lucha vecinal

Cuatro vecinos de la barriada de Isla Chica han puesto contra las cuerdas al alcalde de Huelva

La barriada de Isla Chica, situada en el corazón de la capital onubense y en el que habitan más de 6.000 familias, podría convertirse en una auténtica ratonera si, finalmente, se construyen un total de 570 viviendas en los terrenos donde se asienta el viejo estadio Colombino, campo histórico del Recreativo de Huelva.

El polémico proyecto, incluido en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Huelva, aunque aún no tiene la aprobación definitiva de la Junta de Andalucía, cuenta con la rotunda oposición de una buena parte de los vecinos de esta zona.

El plan urbanístico se diseñó a finales de 1998, en el marco de una complicada operación encabezada por el alcalde, Pedro Rodríguez, del PP, que supuso la venta del estadio por 2.700 millones de pesetas a la inmobiliaria Odeinsa, que sirvió para la conversión del Recreativo de Huelva en Sociedad Anónima Laboral y que evitó su desaparición. Pero, a cambio, la empresa adjudicataria de los terrenos urbanizará en la zona, ya de por sí masificada.

Cinta Vargas (35 años), Jorge Puente (43), Cristóbal Forján Ruzo (62) y Manuel Muñoz Vargas (60), todos ellos vecinos de la barriada, no están dispuestos a permitirlo. 'Lucharemos con todas las consecuencias para impedir que se construya un solo edificio y, por el contrario, se dote a este lugar de zonas verdes', defienden.

Estas cuatro personas han puesto al primer edil onubense contra las cuerdas. A finales del pasado mes de marzo presentaron ante el Juzgado de Instrucción 4 de Huelva una denuncia contra Pedro Rodríguez por los supuestos delitos de prevaricación y malversación de fondos. Los mismos que investigará ahora el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ya que Rodríguez es aforado (es parlamentario autonómico).

Todos ellos se conocieron después de analizar las intenciones urbanísticas del equipo de gobierno municipal a través del estudio de detalle del PGOU. 'No podíamos permitir una salvajada de ese calibre en nuestra barriada y algunos de nosotros decidimos convocar una concentración en la Plaza del Estadio para informar a los vecinos', explica Jorge Puente, que trabaja como técnico de deporte en la Diputación Provincial de Huelva.

'A partir de ese momento', añade, 'comenzamos a trabajar en la concienciación ciudadana y empezamos a asesorarnos para plantarle cara al alcalde, porque las irregularidades de la operación urbanística saltan a la vista'. Un año después, en la primavera de 2000, se constituyó oficialmente la denominada Plataforma Pro Isla Chica.

'Hemos conseguido reunir más de 6.000 firmas y que se hayan colocado más de 200 carteles en las fachadas de los edificios, lo que demuestra que existe una oposición clara a que se urbanice aún más esta parte de la ciudad', explica Cinta Vargas, puericultora, que compagina como puede su labor como madre y su tarea reivindicativa.

Isla Chica integra a las barriadas de Viaplana y del Caudillo. La primera comenzó a levantarse en los años treinta a raíz de parcelaciones privadas, y a la segunda se le dotó de una serie de terrenos, como equipamiento, donde se levantó en 1954 el estadio Colombino. Alrededor del campo de fútbol se circunscribe una intensa actividad comercial, sobre todo cafeterías y bares, y social, hasta el punto de que podría considerarse por el visitante como el centro de la ciudad.

'Hemos demostrado que vivimos en un lugar masificado donde ya no cabe más gente. La creación de nuevas viviendas en bloques de 16 plantas daría lugar a la construcción de un pueblo en la barriada. Aumentaría la población y, lógicamente, los vehículos, sin que se contemple la creación de zonas verdes', subraya Cristóbal Forján, presidente de la plataforma.

Los responsables vecinales son conscientes de que el llamado caso Isla Chica se encuentra inmerso en un intenso debate político que, de alguna manera, está solapando la protesta social. 'Estamos apoyados por la oposición municipal, sindicatos y organizaciones vecinales, lo que significa que estamos dispuestos a convocar próximamente una movilización, que demostrará la oposición de esta ciudad al proyecto', asegura Manuel Muñoz Vargas.

Los miembros de la Plataforma Pro Isla Chica, que reconocen haber gastado esfuerzo y muchas horas en su particular lucha, están dispuestos a retirarse de las denuncias contra el alcalde de Huelva si éste les promete, sobre el papel, que en su barriada no se construirán más viviendas. 'Ni una sola', advierten.

De izquierda a derecha, Manuel Muñoz, Cristóbal Forján, Jorge Puente y Cinta Vargas.
De izquierda a derecha, Manuel Muñoz, Cristóbal Forján, Jorge Puente y Cinta Vargas.LOGAN

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