Caja de Jaén ofrece al PP documentos sobre el 'caso Raymex' que sustituyen a los destruidos

El presidente de la Caja de Jaén, José Antonio Arcos, ha puesto en poder del secretario de la entidad los documentos que contienen la información que reclaman los consejeros del PP sobre el caso Raymex y asegura que la pueden analizar 'en el momento en que la deseen'. Lo que se ha habilitado son libros contables que registran los movimientos de la entidad, información que se ha buscado expresamente después de que hace dos semanas los consejeros del PP en la Caja de Jaén Jesús Pérez y Antonio Lucas Mohedano denunciaran la desaparición del libro de inversiones crediticias de la entidad.

En este libro de inversiones se recoge la actuación de la dirección en el caso Raymex, a través del que este partido político denuncia un trato de favor hacia el PSOE. Mohedano es vicepresidente segundo de la entidad financiera.

Los consejeros habían pedido documentación al presidente de la Caja durante la celebración del último consejo y como respuesta escucharon que ese libro se quemó hace un mes cuando se deshicieron de papeles con motivo del traslado a una nueva sede. Arcos justificó esta desaparición de documentos alegando que es un hecho 'normal' y destacando que la destrucción se realizó conforme a la legalidad vigente.

Los consejeros del PP no se quedaron satisfechos, exigieron explicaciones y documentación alternativa. Ahora podrán acceder a los listados de oficinas, que se corresponden con el balance confidencial entregado al Banco de España. 'Se reflejan los movimientos de cualquier cuenta, incluidos los avales que hay en la entidad. En el caso Raymex ha habido procedimiento, ha habido control y ha habido legalidad' en palabras del presidente de la entidad.

La Caja de Jaén avaló hace 17 años a la empresa Raymex para que Caja San Fernando le concediese un préstamo que se destinó a la adquisición de acciones del diario Jaén, hoy propiedad de otro grupo. El PP ve en aquella operación un trato de favor Raymex por presión del PSOE. Para Arcos, este caso se basa en un intento del PP de politizar la institución y de buscar confrontación política.

Los libros con los movimientos de las oficinas se van a presentar en el consejo ordinario que se celebre en octubre, pero el presidente aseguró que los consejeros del PP la pueden consultar en el momento en que lo deseen. 'Pero digo una cosa clarísima: aquí se acaba ya este juego', sentenció Arcos.

En el próximo consejo de administración propondrá que la información que se reclame que no esté operativa no se dé, porque en caso contrario asegura que se están desviando esfuerzos del trabajo diario para buscar datos muy antiguos. Además, va a proponer la elaboración de un código ético que deberán seguir todos los consejeros.

Los consejeros del PSOE estiman que sus compañeros del PP en la Caja de Jaén no actuan con lealtad y que se están saltando el pacto suscrito entre ambos para normalizar la situación en la entidad financiera tras las tensiones que se originaron con la Ley de Cajas andaluza. Lo que se buscaba era alejar la confrontación política, pero Arcos entiende que ese punto no se está cumpliendo, de lo que culpa a la dirección provincial del PP por aceptar presiones 'que vienen de fuera'. Se refiere a la dirección andaluza que dirige Teófila Martínez.

Puestos de responsabilidad

'Vamos a dar una última llamada a la responsabilidad', indicó Arcos. Si la normalidad no se restablece se convocará de nuevo al consejo para revocar la decisión de situar a consejeros del PP en áreas de poder. Este partido detenta puestos de responsabilidad como la vicepresidencia segunda y la de varias comisiones. 'La Caja no puede estar todos los días en los medios de comunicación por temas que están controlados y auditados', sentenció el presidente de la entidad.

Arcos lamentó que el debate político se haya introducido en un momento en el que la evolución económica de la Caja es positiva, con resultados que mejoran los del año pasado, y en mitad de la aprobación de un plan estratégico para los próximos tres años que prevé la expansión en el número de oficinas, la reestructuración de personal y la modernización informática.

El PP amenazó con reclamar la información que se había destruido en cualquier instancia, incluido el Banco de España. El presidente exige ahora a los populares que analicen los libros aportados en los que aparecen operaciones y balances mes a mes durante los últimos años.