Más de 2.000 vecinos protestan contra la planta térmica de Morata
Los residentes rechazan también que la cementera queme residuos tóxicos
Más de 2.000 vecinos de Morata de Tajuña (5.500 habitantes) y de localidades próximas se manifestaron ayer contra la construcción de una central térmica en el municipio y para mostrar su oposición a que la actual cementera obtenga permiso para quemar residuos tóxicos.
Cinco tractores encabezaron, a modo de representación de los agricultores, la protesta. Los vecinos temen que la emisión de los gases de ambas plantas perjudique a los olivos, uno de los principales cultivos del municipio. Durante la manifestación, numerosas pancartas colgaron de los balcones pidiendo que la Administración no conceda los necesarios permisos ni a la central térmica ni a la incineradora.
El portavoz de Medio Ambiente de IU en la Asamblea, Julio Setién, puso en tela de juicio la 'necesidad real' de este tipo de instalaciones en Madrid y pidió al Gobierno regional que apoye la generación de plantas de energía renovables, 'como la solar o la eólica'. Por su parte, Luis Cano, de la asociación de vecinos de Morata, solicitó un estudio sobre la salud de los habitantes, porque considera que ambos proyectos emitirán 375 kilogramos de óxido de nitrogeno y 435 toneladas de dióxido de carbono anuales. 'Está en peligro la salud de las miles de personas que residen en un radio de 20 kilómetros', dijo.
Los movimientos ecologistas y vecinales de la zona presentaron el viernes 1.100 alegaciones al proyecto de la central térmica, que se encuentra actualmente en fase de información pública. La Delegación de Gobierno ha aumentado el periodo de alegaciones hasta el 5 de octubre. Los responsables de la planta, por su parte, han solicitado a la Administración central que las instalaciones sean declaradas de utilidad pública.
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