'El cine no es responsable de lo ocurrido'

A sus 45 años, se ha estrenado en el cargo en la presente edición del Festival de Cine, tras nueve años como gerente del mismo. Tiene más de 6.000 películas en vídeo, y es amigo del buen comer -'se nota'- y forofo del jamón de Jabugo. Juega al pádel, nada, esquía y surca los mares en un bote de remos.

Pregunta. ¿Entiende de cine?

Respuesta. Sí, un poquito.

P. ¿Desde cuándo?

R. La magia del cine la recuerdo desde muy pequeño. Me llevaba un tío cura, o mis padres.

P. Su tío cura no le metería en películas peligrosas.

R. Por supuesto que no. La primera que me llevó a ver fue Marcelino pan y vino.

P. Empezó bien. No llegaba ni a Ben Hur.

R. A Ben Hur ya fui más mayorcito, en alguno de los reestrenos.

P. Dicen que, con su nombramiento, el festival ha vuelto a lo autóctono.

R. Espero que no, que se mantenga la línea que hemos llevado en los últimos nueve años, y que parece que funciona.

P. O sea, que no es usted más aldeano que su antecesor, Diego Galán.

R. [Risas] Eso no me corresponde a mí juzgarlo. Pero espero que no.

P. Desmiéntame que, aparte de comer, sólo le interesa el cine.

R. ¿Hay que desmentirlo?

P. ¿Hay algo más importante que su perra?

R. Mi mujer, por ejemplo [risas]. Pero es cierto que el cariño y la compañía que te da esta perra es incondicional. La quiero mucho.

P. De la historia del cine, ¿cuáles son sus películas favoritas?

R. Así, a bote pronto, la trilogía de El Padrino me parece difícilmente superable.

P. ¿Qué papel bordaría en la pantalla?

R. Me hubiese gustado bordar el de Indiana Jones, pero no sé si lo habría conseguido.

P. ¿Indios o vaqueros?

R. Indios.

P. ¿Por qué?

R. Quizá por esa sensación de ver a unos señores con taparrabos y unas hachas casi primitivas defendiéndose contra lo que todos hemos sabido luego que ha sido un imperio.

P. En materia de indios, ¿qué tribu aconseja?

R. Los apaches. Me gusta su look.

P. ¿Qué le haría llamar al Séptimo de Caballería?

R. ¡Cielos! Realmente algo muy gordo, porque creo que con la fuerza no hay que hacer nada.

P. Elija una frase rotunda del cine de siempre.

R. Lauren Bacall entra en el camarote de Humphrey Bogart en Tener o no tener y le dice: 'Do yo have a match?'. Está pidiendo algo más que una cerilla.

P. ¿A qué político vasco le diría: 'Siempre nos quedará París'?

R. Probablemente, a Odón Elorza.

P. Cambiemos de tercio. Nueva York, tan retratada en el cine, vive aún bajo el choque de la tragedia. ¿La ciudad será para usted lo mismo a partir de ahora?

R. Verla sin el World Trade Center va a ser un shock: será como no ver la Estatua de la Libertad o el Empire State.

P. ¿En la mente de los terroristas han podido influir las escenas de destrucción más violentas del cine americano?

R. En cuanto a que hay locos, sí. Taxi driver es un buen ejemplo. Todos esos mensajes que el buen Robert de Niro recibe en la película calan en una mente enferma. Y son mentes enfermas las que provocan estas cosas.

P. ¿Ve a Woody Allen llevando la herida de su ciudad al celuloide?

R. No es su estilo. Él es un poeta que ha reflejado el carácter y las preocupaciones de los neoyorquinos. Me imaginaría más estos hechos en el estilo de aquellas películas tan bonitas de Fellini.

P. Algunas productoras de Hollywood han interrumpido rodajes de contenido violento.

R. Me parece estupendo. Pero la violencia está también en algunos dibujos animados, con conceptos espantosísimos, que los niños están viendo. La violencia impregna nuestra vida y nuestra sociedad. No voy a decir que el cine o la televisión sean responsables de todo lo ocurrido, porque sería exagerar.

P. ¿Cuánto durará esta contención de las productoras?

R. Mientras dure la conmoción. Pero en el mundo americano hay un bussiness is bussiness, y no soy muy optimista. Ha habido detalles de sensibilidad y respeto, como ocultar escenas crudas o los cadáveres. Pero también creo que les durará poco: en otras guerras nos han enseñado las partes más desagradables.

P. ¿En qué cinta sobre Nueva York piensa después de esto?

R. Me gustaría quedarme con Manhattan. Ese Nueva York bonito con problemáticas humanas, pero siempre muy emotivas, y con ese toque maestro y esa poesía con que Woody Allen impregna sus películas.

P. Si le guardo el secreto, ¿me dice qué filme se llevará la Concha de Oro?

R. ¡Ojalá lo supiese! [Risas] Para mí, cualquiera de las 17 películas en competición puede ganarla.