Cuiña contradice a Fraga y afirma que aún no vendera sus negocios

El consejero de Política Territorial y Obras Públicas de la Xunta, Xosé Cuiña, dio ayer un paso al frente en su carrera para suceder a Manuel Fraga en el liderazgo del PP gallego. Por primera vez en los 11 años que lleva como estrecho colaborador suyo, Cuiña se permitió contradecir al presidente de la Xunta y aseguró que, de momento, no piensa deshacerse de sus acciones en el grupo empresarial de su familia. Sin ocultar sus ambiciones sucesorias, el consejero matizó que estaría dispuesto a reconsiderar esa decisión si Fraga le permite dedicarse con 'más intensidad a la vida política'.

Fraga había anunciado el jueves que Cuiña vendería el 16% de las acciones en el grupo empresarial, heredadas en mayo de 2000 tras la muerte de su padre. Y comentó que su consejero renunciaría a esa participación tan pronto se formalizase el reparto de la herencia, 'que está a punto de acabarse'. De ese modo, el líder del PP gallego trataba de acallar la polémica desatada al conocerse informes jurídicos contradictorios sobre la posible incompatibilidad entre el cargo público de Cuiña y sus intereses privados en empresas que habitualmente trabajan como subcontratadas para obras de la Administración. El grupo Cuiña, que preside su madre, suministra materiales para la construcción a las principales empresas del sector y factura 5.000 millones anuales.

Pero, en contradicción con las palabras de Fraga, el consejero afirmó ayer: 'No tocaré ni una sola acción, que heredé legítimamente de mi padre, hasta que la fiscalía compruebe que yo nunca he vulnerado nada'. 'Otra cosa', precisó ayer Cuiña, 'es que si don Manuel quiere que yo me dedique en el futuro con más intensidad a la vida política, probablemente lo haga '.