Los socialistas niegan que haya un brote racista en Zafarraya

El PSOE de Granada, encabezado por el senador y miembro de la Comisión de Inmigración Ángel Díaz Sol, volvió a negar ayer la existencia de un brote de racismo y xenofobia en el pueblo de Zafarraya, en contra de lo denunciado hace unos días por la asociación Granada Acoge y medio centenar de inmigrantes. El alcalde del pueblo, el socialista Salvador Zamora, llegó a decir que 'ahora mismo se está llegando a producir la mejor situación de convivencia' entre vecinos e inmigrantes temporeros.

La alarma saltó hace unos días, cuando el presidente de Granada Acoge anunció que iba a enviar un escrito al Defensor del Pueblo Andaluz dándole información sobre la negativa de la mayoría de los bares y tabernas del pueblo a permitir la entrada a inmigrantes 'por el solo hecho de ser marroquíes'. Zamora insistió ayer en que esa negativa se había producido en unos casos muy concretos en los que unos inmigrantes habían bebido en exceso y habían protagonizado un altercado.

'Ni hay brote racista ni lo ha habido jamás', dijo el alcalde. Ángel Díaz Sol, por su parte, dijo que Zafarraya es 'un modelo dentro de Andalucía' y que las denuncias que se han vertido sobre la localidad, que anualmente acoge a una población inmigrante similar al número de sus vecinos, 'son injustas'. 'Zafarraya', añadió, 'es uno de los pueblos más solidarios'.

El senador por Granada, no obstante, culpó de las posibles tensiones raciales que haya en Andalucía a la aplicación de la Ley de Extranjería, 'que es una ley que demuestra ser cada vez más inútil y que merma los derechos fundamentales de las personas'. Díaz Sol explicó que, mientras el Gobierno ha concentrado todos sus esfuerzos en controlar la inmigración en una zona de Andalucía, como es la del Estrecho, ha desatendido al resto, con lo que se ha producido un desequilibrio en la comunidad. 'Y ya hemos visto', dijo, 'cómo la imprevisión del Gobierno ha provodado casos inaceptables'.