España agota su última posibilidad

La selección española no para. Tras la derrota frente a Burkina Faso el lunes, la delegación española se puso manos a la obra: mudanza. El nuevo hotel, a las afueras de Puerto España, en una populosa barriada llamada Curepe a la que se accede por una carretera en obras flanqueada por puestecillos de fruta, es un rectángulo verde con pequeñas ventanas oscuras que, supuestamente, soluciona las deficiencias del anterior emplazamiento. La selección española no para y ya prepara el decisivo encuentro de hoy frente a Argentina (La 2, 1.30). Una derrota o un empate supondrían el regreso del plantel a España. 'Como volvamos a jugar como hasta ahora nos vamos a casa, pero fijo', dice Pepe, un volante sincero que reconoce que hasta ahora no se ha jugado nada bien: 'Las líneas están muy separadas'. Aunque la sensación general es que contra Argentina va a ser más sencillo jugar el fútbol que se espera de la selección campeona de Europa. Palencia asegura que 'va a ser más fácil que contra Burkina, que sólo lanzaban pelotazos y a correr', aunque matiza: 'La verdad es que Argentina tiene muy buen equipo y también a ellos les viene mejor nuestro juego'. Los dos primeros encuentros de la selección frente a Omán y Burkina Faso fueron casi un calco, excepto en el resultado, con una selección española desbordada por la velocidad del juego simple y directo de sus rivales.

España afronta el partido sin novedades. Melli, el mediocentro defensivo, tiene un ojo morado e hinchado, pero nada grave. Nada que le impida medirse a los argentinos. Las únicas dudas están en la media punta, donde tres nombres suenan para el puesto: Senel -éste más como segundo punta-, Diego León y Sergio Torres.

Hugo Tocalli, el técnico de Argentina, afirmó el pasado martes que siente 'mucho respeto por España', aunque precisó que 'no por lo visto hasta ahora en el campeonato, sino por su trayectoria pasada'.