El año de los tiros
Juan Cobos Wilkins revive una matanza de mineros de Riotinto en la novela 'El corazón de la tierra'
El poeta Juan Cobos Wilkins (Riotinto, Huelva, 1957) no encontraba el tono a imprimir a su primera novela. Los personajes llevaban mucho tiempo viviendo en su mente. Y la trama. Pero faltaba el tono. Fue una madrugada de solitario paseo junto a la Corta Atalaya, una hermosísima mina de Riotinto a cielo abierto con un diámetro de un kilómetro y medio y 335 metros de profundidad, cuando a Juan Cobos Wilkins se le ocurrió la frase con la cual arrancaría el libro: 'Yo tenía una amiga, una amiga invisible'. Esa frase le sugirió el tono de la novela.
El corazón de la tierra, el primer lanzamiento de la temporada editorial de Plaza y Janés, revive los hechos ocurridos el 4 de febrero de 1888, una fecha que quedó en la memoria como el año de los tiros. Centenares de mineros de Riotinto, algunos acompañados de sus mujeres e hijos, se concentraron en la plaza del pueblo, en una manifestación pacífica de protesta contra la contaminación producida por una actividad de quema en los yacimientos que envenenaba sus pulmones.
Fueron abatidos a tiros por la Guardia Civil tras una orden del entonces gobernador civil de Huelva. El número exacto de fallecidos nunca se supo: los cadáveres fueron rápidamente enterrados en fosas comunes. El libro revive aquellos hechos en una conversación localizada en 1954 entre una anciana española de Riotinto, Blanca Bosco, y una mujer inglesa de 40 años, Catherine White.
Pero el gran protagonista de la novela es, en realidad, un pueblo: Riotinto. 'Un lugar con un paisaje de una dramática belleza. Desolado. La fuerza de esa zona resulta tan telúrica, tan impresionante, son tantos los milenios de historia que la contemplan, que quien ha nacido allí ha de reconocer el lugar como un personaje más de su propia vida', afirma Cobos Wilkins.
Y la Riotinto Company Limited, la empresa inglesa que a comienzos del siglo XIX compró las minas de Riotinto al Estado español por 90 millones de pesetas. Los mineros simplemente la llamaban la Compañía. Todavía se utiliza ese término. El libro es también la descripción del dominio inglés sobre una zona del Estado español. Se lee: 'Riotinto -escribió en sus páginas El Cronista- es el feudo de una empresa más poderosa que el zar de las Rusias'.
Las dos libretas
Y el estrecho control ideológico y profesional ejercido por la Compañía sobre los trabajadores: 'La dirección disponía de dos libretas: la negra, donde apuntaba las bajas temporales, los castigos por asuntos menores, y la roja para los despedidos sin remisión, especialmente los implicados en política', se escribe en El corazón de la tierra.
Juan Cobos Wilkins, autor de libros de poesía (Llama de clausura) y de relatos (Ultimo tren a la luna), se ha adentrado por primera vez en la novela: 'El corazón de la tierra ha conservado una atmósfera poética. Pero no hay escritura lírica, no hay verso en prosa. Yo he querido que la novela escrita por un poeta tuviese también alas. Por eso, al terrible suceso del año de los tiros procuré ponerle alas en la espalda y que comenzase a volar', indica el autor.
El amor a Riotinto, y a Andalucía, recorre la novela. 'Andalucía en lugar de cerrarse se ha abierto siempre de piernas y se ha acostado con todo el que llegaba, creían que nos conquistaban, no: los seducíamos', se lee en el libro.
Juan Cobos Wilkins es un experto en la obra de Federico García Lorca y de Juan Ramón Jiménez. 'Si me propusieran una invitación a cenar y tuviera que elegir entre ambos, me inclinaría por Lorca. Pero si me propusieran una larga conversación de sobremesa, iría con Juan Ramón', asegura el autor.
Juan Cobos Wilkins, en 1995, cuando era director de la Fundación Juan Ramón Jiménez, con sede en Moguer, tuvo que soportar las cuchilladas de la política. Pero sobrevivió aplicando el lema de uno de los personajes de su libro: 'Todos vivimos en las cloacas, pero algunos miramos a las estrellas'.
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