Zaplana descarta una fusión de las conjerías de Sanidad y Bienestar Social

Eduardo Zaplana descartó ayer 'con claridad y rotundidad' una inminente fusión de las áreas de Sanidad y Bienestar Social en la reorganización del Consell que anunció el pasado jueves ante el pleno de las Cortes. El presidente de la Generalitat explicó ayer, en una entrevista concedida a la Cadena SER, que 'Sanidad tiene un cometido esencial' que no debe solaparse con otras áreas de gestión y que 'Bienestar Social ampliará sus competencias' aunque el cambio no será 'nada espectacular'.

Zaplana ocupó buena parte de su primera intervención en el debate sobre política general el pasado jueves a dibujar un nuevo modelo de servicios sociales y sanitarios con participación de la 'iniciativa social' -la peculiar expresión que utiliza el presidente de la Generaliatat para aludir a la iniciativa privada-, que dejó entrever una posible fusión de ambas consejerías. Ayer, el presidente de la Generalitat negó taxativamente tal posibilidad, pero reiteró que deben superarse 'las recetas tradicionales' para ofrecer a los ciudadanos servicios de calidad. 'Anclarse en los planteamientos tradicionales' y 'negarse a la evolución', comentó Zaplana, 'me parece una tontería'.

Rafael Blasco, consejero de Bienestar Social, también fue interrogado ayer por el alcance de la reorganización prevista en el seno del Consell y comentó, en declaraciones recogidas por Efe, que la propuesta avanzada por Zaplana ante las Cortes 'va a permitir que el amplio espacio sociosanitario esté bajo una misma cobertura, tenga la posibilidad de gestionarse de forma más coherente y que la sociedad perciba que los temas relacionados con la salud y los servicios sociales tienen una perfecta coordinación'.

Blasco añadió: 'Es importante que las políticas estén perfectamente coordinadas en lo que son los espacios sociosanitarios y, sobre todo, buscar unas fórmulas ágiles y flexibles, que permitan solucionar los temas por encima de las trabas burocráticas que muchas veces tenemos en la Administración'.

El responsable de Bienestar Social sugirió que la reorganización responde a una demanda ciudadana y pretende simplificar la tramitación de expedientes que 'muchas veces no tiene la rapidez que se necesita en situaciones de emergencia'. Según Blasco, la sociedad pide 'no ver las políticas sociales como áreas departamentales en las que unas funcionan con una cierta autonomía respecto de otras'. Y subrayó cómo es frecuente que los problemas sanitarios tengan una clara vertiente social. Un ejemplo de coordinación entre Sanidad y Bienestar Social sería el plan de salud mental.

'Desde la Administración estamos para servir al ciudadano, para responder a los problemas y propiciar soluciones a aquellas cuestiones que les afectan, y si para eso hay que echar patas para arriba la estructura de una Administración tiene que hacerse', concluyó Blasco.

Zaplana, sin embargo, fue más prudente. El presidente no avanzó que pretenda poner la Administración patas arriba, sino que apenas comentó que los cambios previstos en Bienestar Social no entrañarán 'nada espectacular'.

Elogio del Consell

También reiteró que la reorganización prevista no entraña relevos en el seno del Consell. Todo lo contrario, el presidente de la Generalitat explicó: 'Los cambios en la estructura de gobierno no tienen nada que ver con personas'. Y cerró filas con los miembros de su actual Consell. 'Estoy encantado con el equipo y con su nivel de eficacia', dijo en una entrevista telefónica con la SER.

El presidente asimiló la anunciada transformación de la Consejería de Industria para instituir el área de Innovación y Competitividad a un proceso paralelo al que sufrió la Consejería de Empleo, desaparecida como tal una vez que el Servicio Valenciano de Empleo y Formación asumió todas las competencias activas del Inem en materia de Empleo. Según sus explicaciones, la nueva consejería surge porque 'deben estar agrupadas' todas las políticas relacionadas con la investigación y el desarrollo.