Montoya puede con todos

El tiempo se le estaba acabando, pero al final lo consiguió. Juan Pablo Montoya (Williams BMW) logró ayer, en el de Italia, su primer triunfo en un gran premio de fórmula 1 en su primer año en el Campeonato del Mundo. No es algo habitual, sino reservado a los grandes campeones. Y el colombiano lo es. Ya lo acreditó en la fórmula CART y, esta temporada, en varias carreras en las que la victoria se le escapó por detalles que no pudo controlar: Brasil a principios del curso y más recientemente Alemania.

Sin embargo, sus avisos adquirieron ayer tonos de realidad en el circuito de Monza. Montoya corrió de forma impecable y luego levantó los brazos y fue incapaz de reprimir la ilusión que irradiaba por todos los poros de su cuerpo. Ganó y dejó por detrás al Ferrari de Barrichello y a los hermanos Schumacher, Ralf (Williams) y Michael (Ferrari).

'Es un gran día para mí', confesó Montoya; 'ganar una carrera en mi primera temporada es fantástico. Además, mi padre pudo viajar a Monza y lo vio todo'. En el podio no hubo champaña ni grandes celebraciones, en solidaridad con las víctimas de los atentados terroristas. Los pilotos guardaron un minuto de silencio antes de echar a rodar.

Michael Schumacher, presidente de la asociación de pilotos, intentó también llegar a un acuerdo para evitar los adelantamientos en las dos primeras chicanes con el fin de evitar tragedias, como la del piloto italiano Zanardi, en coma. El año pasado se produjo en ellas un accidente que costó la vida a un comisario. Sin embargo, la oposición de Jacques Villeneuve y, posteriormente, las órdenes de equipo, obligaron a los pilotos a competir por todo desde el primer momento.

Dudas sobre el GP de EE UU

En la salida hubo un sólo incidente: el Jordan de Jarno Trulli y el Benetton de Jenson Button se tocaron y Trulli abandonó. Montoya salió en el liderato y sólo lo perdió cuando Barrichello le adelantó, por un problema con el cambio, en la novena vuelta. Después, los tres primeros clasificados se intercambiaron los puestos en los repostajes. Pero, al final, un fallo en el suministro de combustible de Ferrari y su táctica de dos paradas produjo un retraso fatal para el brasileño.

La carrera volvió a constatar el bajón de los McLaren Mercedes. Ya no entran en la lucha, que se ha centrado en Ferrari y Williams. Coulthard tuvo problemas de motor en la séptima vuelta, y Hakkinen de transmisión en la 20ª. Tampoco Michael y Ralf Schumacher estaban en su mejor momento: ni siquiera querían correr, afectados por los acontecimientos de Estados Unidos. 'Michael lo hizo sólo por su marca y por los aficionados italianos', confesó su responsable de prensa. Los dos han anunciado que no quieren correr en Indianápolis el día 30. Pero Bernie Ecclestone, el jefe de la F-1, afirmó que el GP de Estados Unidos se disputará tal y como está previsto.