El debate de política general sufre un retraso simbólico de un día tras los atentados en EE UU

La conmoción generada por los brutales atentados del martes en EE UU y la incertidumbre ante sus consecuencias no fueron razones suficientes para que los grupos del Gobierno y de la oposición se pusieran de acuerdo en las Cortes Valencianas en torno a la fecha de celebración del debate de política general previsto inicialmente para ayer. El PP impuso su mayoría absoluta para forzar un aplazamiento simbólico de un día, en contra del criterio de la oposición, partidaria de retrasar una semana la solemne sesión. Los socialistas tildaron de 'cínicos' a los populares y éstos les acusaron de tratar de 'sacar tajada política de una tragedia'. El debate se celebrará en las jornadas de hoy y mañana.

El martes por la tarde, poco después de los terribles atentados de Nueva York y Washington, los socialistas valencianos empezaron a pensar en la conveniencia de retrasar el debate de política general. Consideraban que, ante la magnitud de los acontecimientos, era poco menos que absurdo hablar en las Cortes Valencianas sobre cuestiones de ámbito local que, además, no obtendrían la resonancia pública que merecen, ya que la ciudadanía estaría pendiente de lo sucedido en EE UU. A últimas horas de la tarde pidieron oficialmente el aplazamiento de la sesión. El PP no respondió y por la noche, en un programa de televisión, el vicepresidente primero del Consell, José Luis Olivas, se pronunció a favor de la normal celebración del pleno.

Sin embargo, pasada la medianoche, el presidente del Consell, Eduardo Zaplana, se puso en contacto con el portavoz socialista en las Cortes, Joaquim Puig, para consultarle la posibilidad de aplazar la sesión y para convocarle a una reunión por la mañana en el Palau de la Generalitat, a la que asistirían los demás portavoces, además de la presidenta de la Cámara, Marcela Miró, y en la que se decidiría al respecto. Puig mostró su disconformidad con el lugar elegido para celebrar la reunión, puesto que ponía de manifiesto que, una vez más, el poder legislativo se plegaba a los deseos del Ejecutivo.

Decisión tomada

En esa reunión se decidió iniciar el pleno convocado con la lectura de una declaración institucional de repulsa, para suspenderlo a continuación y reunir de inmediato a la junta de portavoces. Ésta decidiría sobre la fecha de celebración del debate. Pero la decisión ya estaba tomada. La propia presidenta de las Cortes ya había avanzado tras el cónclave de la Generalitat que el pleno se podría celebrar 'esta tarde [por ayer] o mañana [por hoy]'. Si los grupos de la oposición consideraron escaso el aplazamiento de un día -PSPV y Esquerra Unida proponían que se retrasara una semana-, tacharon de 'tomadura de pelo' la posibilidad de celebrar el pleno en la tarde de ayer. La oposición consideró que la postura del PP venía a demostrar su interés por celebrar el debate cuanto antes y por que pase lo más desapercibido posible debido a los problemas que han afectado en las últimas semanas al Consell y a su presidente: desde los casos de los enfermos renales fallecidos hasta la relación de Zaplana con el caso Gescartera.

En la junta de portavoces, el PP impuso su mayoría absoluta y decidió en solitario convocar el pleno para hoy. 'No es de recibo que los terroristas terminen marcando el calendario de los órganos democráticos', justificó el portavoz popular, Alejandro Font de Mora, quien añadió que 'no se puede transmitir mayor mensaje de tranquilidad a los valencianos' que el de proseguir la actividad tras una suspensión 'simbólica' del pleno. Según Font de Mora, no hay 'criterio válido' para retrasar el pleno una semana, puesto que no se puede saber lo que pasará y aplazarlo equivaldría a someter a las Cortes al 'vaivén de cosas que ocurren en el ámbito internacional'. Zaplana, por su lado, calificó de 'equilibrada' la decisión.

El socialista Andrés Perelló lamentó que 'ni siquiera una crisis mundial ha servido para que el PP deje de imponer su mayoría absoluta', criticó el 'cinismo' y la 'frialdad' de los populares por suspender el pleno de ayer sólo 'por quedar bien', y les acusó de pretender 'imponer la normalidad democrática donde no la hay'. Perelló dijo no entender el argumento del PP, 'a no ser que alguien quiera aprovechar esta situación para evitarse problemas personales', en referencia al presidente Zaplana. El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, consideró que celebrar hoy el pleno no es 'la mejor solución', ya que la atención de los ciudadanos valencianos seguirá 'centrada' en los acontecimientos de EE UU.

Por su parte, el portavoz de EU, Joan Ribó, consideró que la magnitud de una tragedia que, en su opinión, va a 'cambiar la historia', recomendaba retrasar una semana el debate de política general. Pero, según denunció, 'han prevalecido las intenciones de Zaplana de hacer el debate pronto y que pase lo más rápido posible, y si es bajo la presión mediática de un hecho tan importante como el de ayer [por el martes], mejor, porque así pasarán inadvertidas las carencias' de la Comunidad Valenciana gobernada por el PP.