Tres testigos declaran que el abogado Rodríguez Menéndez debe 2.000 millones a unos 50 acreedores

Tres testigos que declararon ayer en el juicio que se celebra en la Audiencia de Madrid por el intento de asesinato del abogado José Emilio Rodríguez Menéndez declararon que éste debe unos 2.000 millones de pesetas a entre 40 y 50 personas, las cuales han formado una asociación de damnificados por el letrado. Los tres testigos realizaron diversos trabajos (por valor de varias decenas de millones de pesetas) en propiedades inmuebles de Rodríguez Menéndez, y, según dijeron, el letrado no les pagó los servicios prestados. Acudieron entonces a los jueces, que les dieron la razón. 'Pero como no tiene nada a su nombre, le declararon insolvente', explicó José Andrés Chicharro, uno de los testigos.

Los tres empresarios declararon en la sexta sesión del juicio que se sigue en la Audiencia contra la ex mujer de Rodríguez Menéndez, Laura Fernández, y otras tres personas, acusadas las cuatro de intentar asesinar al letrado en 1999. Durante su declaración en días anteriores, Laura negó haber querido matar a su ex marido (aseguró que sólo quería robarle) y apostilló que, si el abogado hubiera muerto, ella sólo habría heredado 'deudas'. A esta aseveración replicó Rodríguez Menéndez anunciando que, de haber muerto él, su mujer habría heredado una fortuna de 8.000 millones de pesetas en propiedades, acciones y cuentas bancarias en el extranjero, un patrimonio que 'por supuesto', según explicó, no está a su nombre.

'Echarle mano'

Ésa es la razón de que más de 40 acreedores de Rodríguez Menéndez se hayan unido para reclamar su dinero. En total, según dijeron los tres testigos, todos ellos miembros de la asociación -José Andrés Chicharro, Faustino Carrasco y Roberto Cuenca-, el letrado les debe 2.000 millones de pesetas, pero los jueces no pueden obligarle a pagar porque no tiene patrimonio a su nombre. 'No hay manera de echarle mano', lamentó Chicharro, a quien el abogado debe 20 millones por la construcción de su chalé madrileño.

Otro de los supuestos perjudicados, Faustino Carrasco, explicó que una sentencia firme declaró que Rodríguez Menéndez le debe 12,5 millones de pesetas por diversos trabajos realizados en su casa. El tercer testigo, Roberto Cuenca, también ha reclamado ante los jueces los 32 millones que el letrado nunca le pagó por amueblar una de sus viviendas, informa Efe.

Los hechos que se juzgan ahora ocurrieron en la madrugada del 17 de noviembre de 1999. El acusado José Ignacio Rocha, Nacho, inducido, según el fiscal, por la ex mujer de Rodríguez Menéndez, disparó desde una motocicleta al letrado, que llegaba en ese momento a su chalé de Las Rozas procedente de Bilbao. La motocicleta la conducía otro de los procesados, Rafael Bravo. Rodríguez Menéndez estuvo a punto de morir. Su ex esposa, Laura Fernández, ha declarado que se puso de acuerdo con Nacho para robar en el chalé de su marido, pero no para matarle. Nacho, por su parte, confiesa que disparó, pero alega que fue por error.